Las voces en el piso inferior consiguieron llamar mi atención, no era mi padre pues estaba yendo hacia Mónaco para la carrera de ese domingo. Era cierto que no había visto ninguna carrera, ni siquiera me había atrevido a encender el móvil y mucho menos a preguntar a alguien como iba la competición.
Mi madre entra entonces en la habitación.
— Es hora de que salgas de aquí ya — se pasea de un lado a otro de la habitación — tienes visita abajo.
Suelto un bufido y me meto debajo de las sábanas.
— Llevas semanas encerrada — me arranca las sábanas de un tirón — Norris está abajo, péinate un poco y baja.
Desaparece tan rápido como ha entrado y no me queda otra que levantarme y hacerla caso.
Omito el paso de peinarme, simplemente me hago un moño en lo alto de la cabeza y salgo de la habitación.
El acento sotisficado de Norris llega a mis oídos rápidamente y se distingue más cada paso que doy. Está sentado en una butaca apoyado en la isla de la cocina.
— ¡Mara! — dice cuando me ve — me tenías preocupado — se acerca y me envuelve en sus brazos.
— Estaba un poco deprimida — digo riendo levemente y sentándome junto a él.
El asiente y me ofrece su vaso de zumo.
— Ya me ha contado tu madre — sonríe amablemente — Leclerc es un hijo de p..., ay, perdón — dice mirando a mi madre y no puedo evitar soltar una risotada. — Bueno lo que decía, se merece todo lo que le está pasando.
— ¿Qué le ha pasado? — pregunto sin reprimir mis impulsos.
Norris me mira sorprendido antes de darle un trago al nuevo vaso de zumo que Susie le ha dado.
— Lleva dos carreras con dfn — alzo las cejas sorprendida — el motor salió ardiendo en ambos circuitos.
Eso solo podía significar que habían mantenido el motor antiguo, en vez de utilizar el nuevo modelo en el que había trabajado.
— ¿Y Carlos?
— Tercero en las dos carreras, cambió el motor y a pesar de la penalización consiguió remontar — no puedo evitar sonreír ante su respuesta.
Me levanto entonces de un salto, no sé qué es lo que me hace recuperar la energía repentinamente, pero me siento como nueva.
— ¿Que haces? — inquiere Lando cuando corro en busca de mi móvil.
Cuando vuelvo a la cocina esta vez con el móvil en la mano vuelve a preguntar.
— ¿Te estás volviendo loca? — dice riéndose.
Y yo solo puedo asentir mientras busco entre mis contactos.
— Tengo que hacer una llamada — digo presionando el botón de llamar — Nos vemos en Mónaco Lando.
Y así sin más subo corriendo a mi habitación.
—————————————————
Puede que Norris si tuviese algo de razón cuando dijo que me estaba volviendo loca, o eso pensaba mientras veía mi reflejo en el retrovisor de mi Mercedes.
Adelanto el coche a mi derecha en un suspiro, y aprieto poco a poco el acelerador. Probablemente me estaba saltando tres leyes de circulación, pero no me importaba, porque estaba deseosa de llegar a la gala de Montecarlo.
Fui bajando la velocidad a medida que me acercaba a la entrada, donde más de cien cámaras esperaban la llegada de los pilotos.
— Señorita Mara — me saludó el segurata de la entrada — puede aparcar a la izquierda, en la zona azul — miré hacia los coches ya aparcados — oscuro.
ESTÁS LEYENDO
Evermore // Charles Leclerc
Teen FictionFocos, público, carreras, así se había criado Mara Wolff. Toda su vida había sido sencilla y acomodada pero esconde un secreto que guarda para mantener la paz en la parrilla. Secreto que la lleva a hacer un pacto con el piloto más deseado, Charles L...