Creating a Legacy

Primeras Veces

-¿Lo tienes?- fue la pregunta que rompió el silencio luego de 2 minutos admirando, por mi parte, la alfombra roja bajo mis pies

-Sí, solo no esperes mucho- comencé mi respuesta mientras sacaba una pequeña libreta de la mochila que cargaba a todas partes.
-Mi trabajo de escritura se limita a reportes de casos y dictámenes- le extendí la libreta, siendo esta tomada casi al instante. Los psicólogos y su sed de chismesito
-A todo esto, ¿Cuál es el punto de un diario que debo escribir cada semana? ¿No un diario se escribe diario?- sacudí mis manos frente a mí intentando alejar todas las preguntas que se avecinaban, así trabajaba mi mente, sin descanso y sin aguinaldo que es lo peor -Mejor olvida que pregunté-

-Interesante- la vi anotar algo en su carpeta e intenté ver un poquito de lo que escribía, pero no me dejó. Que maña de anotar con cada cosita que digamos. ¿No ven que una es curiosa y ansiosa por naturaleza?
-Veamos, agente Booth, aquí hay muchas cosas interesantes- hablaba mientras pasaba la vista por los párrafos de mi tarea -Pero me gusta el hecho de que mencionara las primeras veces, empecemos por el principio, como normalmente se dice- dejó sus lentes sobre su regazo junto con la libreta para ponerme atención -¿Cómo fue su primer día en la UAC?-

-Póngase cómoda, Psic, y espero que esta hora nos alcance-

*****

Cajas. Cajas y más cajas. Me voy a proclamar como la enemiga número uno de las cajas. No, no. La presidenta del club internacional contra las cajas.

¿Cómo es que mudarse costaba tanto trabajo? No sé cómo cabían tantas cosas en mi anterior departamento porque juro que si saco todo, me inundo en cosas.

Después de la tercer vuelta buscando la tonta caja, marcada con la tonta palabra "papeles importantes", me rendí.

No me encasillen aún, yo puedo ser muy organizada o lo opuesto, muy floja o lo opuesto, muy alegre o lo opuesto. No hay muchos puntos medios, yo lo defino como ser géminis.

Salí del departamento, dejando atrás el lío que tenía para sumergirme en uno nuevo. No tardé mucho en llegar a la Academia donde se encontraban las oficinas de la UAC, fue el tiempo exacto incluso para solucionar lo de mis papeles.

-¿Agente Hotchner?- Pregunté al estar por entrar a la oficina que me indicaron. Un hombre con rostro serio me miró detrás de su escritorio e hizo una seña para invitarme a pasar.
-Soy la Agente Booth - estreché su mano con formalidad -Transferida desde homicidios en.. No me esperaba ¿cierto?- pude comprender esa mirada de no saber qué estaba pasando o quién era yo.

-Esperaba al Agente Booth, es cierto, solo que..- respondió de la manera más amable posible.

-Esperaba a mi papá- me miró un poco apenado y asintió -No se preocupe, es la reacción que ya normalmente espero. Puedo venir mañana si necesita hablarlo con su superior-

-No es necesario, tal vez el apellido sea el mismo, pero estoy seguro de que los méritos que mencionaron al recomendarla son solo suyos, así que bienvenida-

-Vaya, fue más fácil de lo que pensé, y yo que creí que podría regresar por hoy y tomar una siesta- Intenté bromear, lo que hizo sonreír levemente al Agente Hotchner. Rodeó su escritorio y me invitó a salir de la oficina para presentarme a los demás -Por cierto, Agente Booth, ya recibí sus papeles por correo, no es el método común pero lo dejaré pasar por esta ocasión-

¿Ven? Todo solucionado.

*****

Caminamos en silencio hasta un conjunto de escritorios donde varios agentes se encontraban trabajando, pero fuimos directo a un par en particular. Un hombre alto y grande de tez morena, junto a una mujer rubia que vestía un conjunto formal pero unos tacones de plataforma que distaban de ser aptos para los aburridos.