Creating a Legacy

Sargento Bray

Todos llegamos a la oficina muy cansados, el caso anterior había terminado bien pero eso no quería decir que no fue difícil.

Habíamos salvado a un pequeño de ser vendido por un pedofilo, ayudamos a otro niño en el proceso y atrapamos a un director que definitivamente no debía estar cerca de niños.

Y ahora todo eso debía ir con mayor detalle en los reportes que debíamos escribir, la parte menos agradable del trabajo aunque también era importante.

Caminé hasta la oficina de Aaron-mi oficina y en lugar de ir al escritorio me dejé caer en el sofá, Aaron venía detrás mío y dejó caer su maleta sobre mí para después mirarme con una sonrisa burlona mientras él sí iba a su escritorio.

-¿Qué tienes en esa maleta? ¿Piedras?- me quejé a la par que dejaba mi mochila y la suya a un lado.

-Recibos de todo lo que rompiste, así que creo que por la cantidad, pesan lo mismo que si transportara piedras- dijo sin apartar la mirada de los papeles que ya había tomado en manos.

-En mi defensa, esa máquina expendedora se tragó mi billete y no me dio mi dulce-

-¿Y la puerta que rompiste?-

-No se podía abrir así que le di una ayudadita nada más, pero nos estamos saliendo del tema aquí-

-¿Y cuál era el tema?-

-El clima, obviamente, ¿crees que llueva?- me giré hacia la ventana para ver el cielo a través del cristal.

-No he visto los reportes pero se ve despejado- me miró -Hailey me llamó cuando bajamos del jet, ¿vienes a cenar con nosotros?-

Mi respuesta era un sí definitivo porque no tenía ganas de cocinar pero no llegué a decirlo gracias a mi celular sonando.

-Booth- respondí al tomar la llamada.

-¿Lily?- preguntaron desde el otro lado de la línea.

-Correcto, ¿quién habla?-

-Soy Isaac, Isaac Bray- no había escuchado ese nombre en muchos años.

De inmediato a mi mente llegaron las imágenes de un chico con cabello alborotado y el rostro cubierto en sangre.

-¿Sigues ahí?- su voz me sacó de mis pensamientos.

-Sí, aquí estoy. Lo siento, es que no sabía de ti en años, estoy un poco sorprendida-

Aaron me miró con curiosidad mientras yo daba vueltas por la oficina con el teléfono aún contra mi oreja.

-Lamento mucho que este reencuentro no sea por algo agradable pero él me pidió que te llamara- un suspiro se escuchó -Lily, el Sargento Bray falleció-

-Vaya- me recargué contra la pared -Lamento mucho tu pérdida, Isaac. Sé que a pesar de todo, era tu papá-

-Gracias- un pequeño silencio se instaló entre ambas líneas.

-Supongo que esta llamada no es solamente para informarme-

-El servicio es mañana. Sé que no le debes nada, pero uno de sus últimos deseos fue que estuvieras presente-

Cerré mis ojos por unos segundos, pensando si debía asistir después de todo y supongo que una parte de mí aún se sentía en deuda.

-Ahí estaré, Bray-

Luego de que me diera detalles como la hora y la dirección, ambos nos despedimos con la idea de vernos mañana.

-¿Está todo bien? Te veo más pálida- Aaron se levantó para ir conmigo y me guió al sofá.