Capítulo VI

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Cuando al fin decidieron que no dirían nada de lo qué pasó con Eren, los siete reclutas se devolvieron hacia las murallas para entrar en territorio seguro. Y una vez llegaron el grupo de separo pues Eren, Mikasa y Armin fueron interceptados por los de la guarnición; Jean, Reiner, Bertholdt y Annie se quedaron juntos; y por último pero no menos importante, Emma se encontró con que efectivamente Lukas se encontraba a salvo y sin dejar que su mente pensara lo que haría su cuerpo se lanzó a darle un abrazo.

-¿Emma? ¿Estás bien?-preguntó Fischer al ver la actitud rara de su amiga.

-Creí que algo te había pasado y que no volvería a verte..-confesó casi que en un susurro pero el joven oyó a la perfección la confesión y solo sonrió mientras le devolvió el abrazo a Schmidt.

Aunque físicamente estuviera con Lukas, Emma realmente estaba preocupada por la situación en la que quedaron Eren, Mikasa y Armin. Especialmente porque esta debió haber sido la primera transformación de Jaeger en titán.

-Eren tendrá problemas al no recordar nada de lo que sucedió mientras estaba transformado, y nadie puede justificar algo sin haber visto lo que él vio...Solo espero que salga bien de esto..-pensó Schmidt mientras trataba de mantener su consciencia en el momento con su amigo.

No pasaron más de 10 minutos antes de escuchar un cañón y luego ver humo, pero este humo era uno que conocían los Guerreros pues era el humo de cuando ellos salían de sus titanes y el cuerpo de este empezaba a deshacerse. Así que los 4 marleyanos infiltrados sabían que Eren había vuelto a usar su poder para algo en ese instante.

-¿Qué sucedió?-preguntó Lukas mirando hacia el lugar de donde vino el estruendo.

-¿Un cañonazo?-preguntó Emma para disimular.

-¿Humo? No, ese humo es...-cuando Lukas se dio cuenta salió corriendo hacia aquel lugar.

-¡Lukas, espera!-Emma lo persiguió para detenerlo por detrás.

-¡Suéltame, Emma! Tengo que ver si ese humo...-trató de soltarse del agarre de Schmidt.

-Lukas, si la guarnición te ve por allá creerán que eres aliado de quien está allí y podrían matarte. Por favor cálmate..-mencionó Emma sin soltar al joven.

-Pero..¿Y si esa persona conoce al titán con cola? Necesito saberlo..-siguió insistiendo Fischer.

-No vale la pena arriesgarte de ese modo, en algún momento podrás saberlo todo. Pero si vas ahora solo te estarías exponiendo a una muerte tonta..-contrarrestó Schmidt, pero esta vez logró calmar al joven pues este dejó de forcejear.

-Tienes razón...no puedo romper mi promesa por esto.-contestó volteandose para agradecerle a su amiga.

-¿Promesa..? Ya no se si es más fuerte un juramento de lealtad a una nación o una promesa a uno mismo...¿por qué es tan difícil decidirlo?-se dijo mentalmente Emma volviendo a torturarse con preguntas que no cesaban.

La cabeza de la joven Emma estaba retumbando con las preguntas y dudas que tenía, pero después de un tiempo se oyó al comandante Dot Pixis pidiendo que llamaran a los estrategas para planear algo y poder retomar el distrito Trost, esto llamó la atención de Schmidt sacándola de esa tortura mental a la que se expuso voluntariamente.

Aunque los planes se filtraron como periódico pues en poco tiempo ya muchos de los que estaban abajo sabían cuál era el plan.

-¿No es muy arriesgado cerrar el agujero? Ni siquiera...¿en serio podemos hacerlo?-preguntó dudoso Fischer.

-Es una posibilidad, pero creo que aquí no hay mucho espacio para las dudas...si no nos arriesgamos a cerrar el hueco habremos perdido también Trost.-respondió Emma planteando la situación.

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