Ideología Errada

Capítulo IX

Después del tribunal, Erwin llamo a los soldados del escuadrón Levi y a la mano derecha de la líder de escuadrón Hange Zoe para dejar claras algunas cosas, y gracias a la ayuda que Emma les brindó el día de la batalla de Trost es que estaba ahí también.
—Imagino que ya todos deben saber que el tribunal militar dictaminó dejar la custodia de Eren bajo el cuidado de la Legión de Reconocimiento, eso quiere decir que se unirá a las Tropas.—mencionó Erwin presentando nuevamente a Eren.
—Eren Jeager, a su servicio señor.—dijo el castaño sin voltear la vista.
—Mi visión es que Eren representa la mejor esperanza de la humanidad para vencer a los titanes. Así que el objetivo principal en este momento es probar que tengo razón. De modo que estará bajo la supervisión del capitán Levi por ahora. El resto de sus posiciones serán decididas a medida que pase el tiempo. Eso es todo, pueden irse.—terminó de hablar el comandante.
—¡Si, señor!—exclamaron los presentes llevando su puño derecho al corazón.

El grupo se dispersó y Emma decidió ir a sentarse sobre unas cajas que habían allí, parecía que pensar tanto durante el tribunal en verdad la había desgastado. Aunque pronto tuvo que dejar de descansar debido a que Eren se acercó a ella para hablar, pues no había nadie más que conociera en el lugar.
—Vaya, por aquí si qué hay gente rara. Menos mal que estás aquí, Emma.—fue lo primero que dijo Eren al acercarse.
—Bueno, si...pero he escuchado que aquí no hay diferencias de clases..—respondió Schmidt mirando a todos.
—Eso es verdad. Ey, escuche que Hange-san fue quien te escogió personalmente. Me preguntó porque, digo, hay otros que quieren venir a la Legión que tienen buenas notas, ¿verdad?—mencionó Jeager.
—¿Quizás le gustó mi buena apariencia?—respondió Emma a modo de broma.
—Si, eso no es chistoso. Bueno, no importa...desde siempre quise unirme a la Legión así que esta oportunidad fue perfecta. ¡Voy a dar lo mejor de mi!—dijo Eren al final con tono entusiasmado.
—Eso lo se. No dejare que te lleves siempre el crédito...—le contesto Emma chocando su puño con Jeager.
—No se por cuánto tiempo estarás por aquí. Pero...es bueno estar trabajando contigo.—confesó Eren antes de bajar su puño.
—Gracias por eso, Eren. Aunque creo que tendrás que verme por mucho tiempo por aquí, porque pienso unirme a la Legión el día que lo hagan oficial.—le dijo Schmidt al castaño.

La joven de Marley se despidió de Jeager pues el castaño se iba a ir a quedar en otro lado, pero esa información era clasificada y únicamente la conocían pocas personas de la legión. Así que sin más que hacer allí, Emma decidió devolverse con sus compañeros siendo interceptada antes de llegar por tres personas que conocía.
—Emma, ¿donde está Eren?—preguntó Braun.
—Se lo llevaron, pero la información de a donde la tienen muy pocos de la Legión.—respondió de manera concreta para irse.
—Espera, ¿que planean hacer?—siguió con las preguntas Reiner.
—Una nueva expedición.—respondió volviendo a voltearse para irse.
—¿Nueva expedición? Será perfecto para tomar a Eren e irnos de aquí.—mencionó el rubio.
—Bueno, ya me voy..—informó Emma para seguir caminando hacia donde se quedaban los reclutas.
—Suerte con esa idea, Reiner...—susurró para ella misma.

Cuando finalmente llegó se encontró con Lukas quien la abordó de preguntas respecto a lo que había hecho en el día, y al final después de tanta insistencia lo único que Fischer logró sacarle fue que Schmidt era parte de la Legión gracias a lo que sucedió el otro día. Sin embargo, ya no pudieron seguir hablando debido a que la persona que solicitó a Emma llegó buscándola para mostrarle algo.

Exactamente quien fue a buscar a Emma fue Hange debido a que quería mostrarle cómo trabajaba su escuadrón al momento de investigar a los titanes, y por alguna razón la joven de Marley se imaginaba de vez en cuando como sería si la líder de escuadrón Hange Zoe se enterará de la realidad. Aunque no era necesario saber mucho para saber que si lo supiera se emocionaría por el hecho de tener otra persona igual que Eren pero que supiera controlar su poder.
—Emma, ¿quieres ver cómo trabaja mi escuadrón?—preguntó Hange durante el camino.
—Claro, sería todo un honor conocer su trabajo Hange-san.—respondió con una sonrisa, lo que no sabía es que se estaba poniendo la soga al cuello ella sola.