Capitulo XVII

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En la cima de la torre, que es donde todo el equipo estaba observando la situación, se podía ver con claridad que había una enorme cantidad de titanes activos, eso tomó por sorpresa a todos...incluso a los Guerreros pues sabían que los titanes normalmente eran inactivos de noche y si no era así entonces se debía a que detrás de todo esto estaba el titán bestia y su portador, Zeke Jaeger.

-¿Por qué? ¿Por qué siguen activos?-preguntó Gerger.

-Hace tiempo que se puso el sol.-volvió a intervenir el soldado del escuadrón de Mike.

.¿Qué está pasando?-preguntó Christa viendo a los gigantes moviéndose.

-¡Miren eso!-exclamó Connie apuntando hacia el lado que él estaba viendo.

Y eso que Connie decidió mostrarle a los demás fue lo que dejó a los portadores del Colosal, Acorazado y el Depredador helados del terror. Los tres Guerreros se quedaron perplejos mirando aquel titán peludo de diecisiete metros caminando hacia la Muralla sin distraerse con nada en el camino.

-Es enorme. ¿Es un titán? Parece una bestia. Oigan...-mencionó Connie rompiendo el silencio corto que se formó, pero al voltear vio las caras de Emma, Reiner y Bertholdt. Los tres tenían los ojos bien abiertos y demostraban cierto...miedo en su mirada.

-Va hacia la muralla.-volvió a hablar Springer al ver el camino que estaba siguiendo aquel titán.

-Zeke......¿por qué? ¿por qué si creí tener todo resuelto tengo tanto miedo? Acaso será...¿qué tengo miedo de lo que podría pasar si Zeke se entera de lo que pienso hacer ahora que entendí lo que mi padre me dijo antes de venir a está misión? ¿O será miedo de saber qué le diría al capitán Magath si se entera de que los traicione?-sus pensamientos revolvieron todas sus emociones, pero la que más sentía era ese miedo por tener en frente al mayor de los Guerreros.

La situación con los titanes "normales" no mejoraba pues ahora había uno que empezó a embestir la puerta de entrada tratando de abrir un hueco para que así todos los demás titanes pudieran entrar a dónde estaban los soldados del equipo de la Legión que recorrió el sur de la Muralla Rose, mientras tanto los otros intentaban escalar la torre en la que estaban.

-Un momento, un momento. ¿Por qué intentan entrar? No me fastidies. ¿¡Es que no puedo ni beber en paz!? ¡Todo por su culpa!-exclamó Gelgar sacando sus cuchillas.

-Retrocedan, reclutas. Es hora de sacar el equipo de maniobras tridimensionales.-dijo Nanaba parándose al borde de la torre.

-Nanaba-san, yo aún puedo luchar. No pienso dejar que luchen solo ustedes.-pidió Emma acercándose a la soldado sacando su equipo de maniobras.

-Schmidt, tú quédate con tus compañeros.-le dijo sin voltear la mirada de los titanes.

-No, déjeme luchar Nanaba-san. Usted misma me lo dijo, los que tienen equipo de maniobras deben luchar. Por favor.-insistió la joven.

-Bien, pero si la situación empeora debes volver con tus compañeros de inmediato. ¿Entendido?-accedió finalmente Nanaba.

-¡Sí!-exclamó Emma preparándose para el ataque.

-¡Vamos!-ahora quien grito fue Nanaba saltando con todos los demás para empezar a matar a los titanes.

La joven de Marley saltó y usó aquel impulso para llegar al primer titán que no medía más de diez metros, de modo que clavó los ganchos del equipo en los hombros desde arriba para hacer un movimiento perfecto que dejó a Schmidt detrás del titán y así pudo acabar con el primer titán allí.

Sin embargo, mientras Emma se enfrentaba con algunos de los titanes y al mismo tiempo colaboraba con los veteranos de la Legión...el titán de diecisiete metros conocido a la perfección por los Guerreros llegó a la Muralla y empezó a escalarla procurando no descubrir al titán que había dentro del muro.

Ideología ErradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora