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Caminamos hasta llegar a las cuevas de los dragones, todo el camino fue silencioso o parte de ello ya que la servidumbre se nos quedaba viendo o más bien me veían, me imagino que no habían visto a una chica de cabellos rojos intenso.

- Su majestad - saluda un soldado que cuida a los dragones.

- Retirece - dice Vicerys.

Los guardias no muy convencidos salieron no sin antes dar una última mirada al Rey.

- Y dime, que cometido tienes que hacer para que estés aquí ? - me pregunta Vicerys.

- Aún no lo sé pero puedo decir que tengo una idea de lo que tengo que hacer - digo pensativa porque hasta ahora no me avía planteado a qué me trajeron aqui.

- Bueno en lo que descubres a qué te han enviado, serás hija de un viejo amigo que ya murió y que te mandaron a mi para que estés segura, quieres escojer el lugar de donde vives o yo lo elijo ?- me pregunta.

- América, di que viví una temporada en América - digo sin pensar - no muchos conocen el lugar pero lo han escuchado - digo.

- Muy bien, de América, Lady Sara Maximoff hija de un noble de América que acaba de morir a causa de una enfermedad - dice adentrándose a las cuevas de los dragones.

Lo sigo con cuidado de no tocar algo no debido .

- Veremos si puedes ser de la realeza - dice mientras dos dragones aparecían.

- Veremos si puedes ser de la realeza - dice mientras dos dragones aparecían

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Dominantes y temibles esas eran las únicas palabras con las que podía describir lo imponentes que se veían frente de mi

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Dominantes y temibles esas eran las únicas palabras con las que podía describir lo imponentes que se veían frente de mi.

- Estos dragones no tienen jinetes, o bien tenían pero murieron en guerra, hacer ate a ellos con cuidado no queremos que se alteren y que mueras - dice el Rey.

A pasos temblorosos me acerco a ellos, conforme camino ellos me ven expectantes a los movimientos que hago.

Levanto una mano para tocar la cabeza del primer dragón, el rojo,oigo como Vicerys intenta decir algo pero se caya al ver la reacción del dragón . Doy un respingo por el tacto bajo mi mano sobre las escamas del dragón.

EL CAMBIO DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora