La noche paso tranquila, había puesto una barrera para que los animales no entrarán y nos den otro susto, dormí como tronco, me preocupaban los niños pero se que si algo pasaba ya me hubiera dado cuenta.
Al amanecer nos montamos a los caballos y sir Criston amarro al jabalí para llevarlo con nosotros.
Estábamos en la sima de una colina viendo el amanecer, ya para estos momentos vicerys debe de estar matando al pobre ciervo.
En silencio volteamos a un lado para ver al ciervo blanco que tanto hablaban.
El ciervo se nos quedaba viendo a las dos y con un pequeño pero imperceptible movimiento nos reverencio.
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- No - dice Rhaenyra en un susurro viendo que sir Criston sacaba la espada.
El ciervo blanco dió media vuelta y se fue dejándonos shockeadas.
El camino no fue largo pero si tranquilo, nos hizo aclarar las ideas y saber cómo estarían las cosas.
Al llegar al campamento todo mundo se nos quedaba viendo, más a Rhaenyra quien era la que estaba manchada de sangre del animal. Todo mundo murmuraba cosas como que era la princesa y que había matado.
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Los de ayer se le quedaban viendo con cara de asco al verla maltratada, bajamos de los caballos para caminar hasta la mesa del rey dónde se encontraban mis hijos que al verme se levantan y corren en mi dirección.
Sin decir nada pasamos de largo Rhaenyra y yo , sir Criston fue a darle razón al rey. Los niños nos contaron lo que hicieron y jugamos un rato, hasta que subimos al carruaje pero está vez íbamos separados, Rhaenyra los niños y yo en uno y los demás en otros , no queríamos hablar, y más ella.
........
Ya era de noche, para cundo todos regresaron al castillo, solo unas estúpidas cucarachas estaban planeando su siguiente paso.
- disfruto de la cacería, su majestad?- pregunta otto
