«Esto no está ocurriendo».
Mischa observó a su entrenador, ese con el que había pasado momentos de incontable placer dormir a su lado. Un leve ronquido, un murmullo. Dimitri hablaba en sueños y tenía el ceño fruncido. Los dedos de Mischa, por un segundo, hormiguearon de necesidad por tocarlo. Contuvo sus manos, no estaba allí para arrumacos, sino para recuperar a su entrenador y estaba casi seguro de que lo había logrado. La primera parte del plan estaba consumada. Mischa volvía a tener a un hombre de confianza a su lado y lograba a través de Isra Bréznev, el hermano del presidente de la Federación de Kick boxing, ingresar a la agencia más importante del mundo. De ahora en más, era cuestión de que las piezas se movieran con algo de suerte.
«Confía en mí, sé lo que hago».
Mischa sonrió, él nunca podría confiar en su hermano, sin embargo, nadie dudaba de que en materia de estrategia política era mucho mejor que él o que cualquiera de los que conocía.
La cama se sentía cálida, de pronto, los dolores de la noche anterior, la rabia desmedida y la tristeza abrumadora comenzaban a esfumarse. Dimitri tenía esa capacidad, y se sintió una basura al saber que estaba usando el inmenso amor que le tenía para manipularlo ¿Cuán destruido se puede estar para usar a la única persona que siempre lo amó sin medida? La respuesta era sencilla, Mischa tenía heridas profundas, de esas que no se ven, pero duelen, ¡y cómo duelen!
Se dijo a sí mismo que Dimitri no se enteraría, que podría sacar del juego a Gabriel y salir ileso física y emocionalmente. También se dijo que, tal vez, en un universo paralelo, Mischa aprendería a amar a su entrenador como una pareja y no solo como un amante furtivo. También se dijo que serían muy felices.
«Tal vez en otra vida».
Mischa dio un suspiro, quizás en otra vida eso podría ocurrir. En una en donde su corazón todavía funcionara como algo más que un mero interruptor que bombeaba sangre. En un sitio en donde su corazón todavía latiera y a Dimitri no le importara la traición.
Los ojos de Dimitri se abrieron y Mischa se perdió en esa oscuridad. Una ironía pasó por su cabeza ¿De qué manera esos ojos negros estaban tan llenos de luz? La mano izquierda del hombre se movió entre las mantas y fue hacia el rostro de porcelana. Acarició la mejilla que no estaba apoyada en la almohada con cuidado. Se mantuvieron en silencio por unos minutos más, gozando la tranquilidad de las caricias.
—¿Volverás? —preguntó con la prisa tropezando en su voz. Dimitri le dio una sonrisa.
—¿Tengo alternativa?
—No—replicó—. Eres mío.
—¿Lo soy? —indagó con un dejo de curiosidad y diversión.
—Lo eres—replicó Mischa—, de lo contrario, no estaría aquí.
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Mi tentación irresistible -Spin off T.O (Gay +18)
Romance¿Qué estás dispuesto a hacer para ver a tu enemigo de rodillas? Mischa Kózlov tiene un solo objetivo en la vida después de la derrota; venganza. Destruir a aquellos que le quitaron lo único que tenia y para ello está dispuesto a todo. Incluso, segu...