Capítulo 4

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Acababa de recibir unos mensajes amenazantes y habían encontrado otro cuerpo en Duskwood. Había sido un chico, iba con Cleo a clase de dibujo. Despues de aquello tanto los demás, como yo habíamos recibido otro mensaje, como si el asesino se riera de nosotros. Además de los dos mensajes que acaba de recibir. Estos sospechaba que iban por Jake. Así que estaba amenazada por todos los lados, maravilloso. Habían pasado tres días desde que fuimos al motel y traje todo lo de Jake a casa. Me había reunido con Luke y Sofia, que parecía odiarme cada vez más, todos los días. Luke me había ayudado con el ordenador de Jake y ahora entendía por qué huía.

Había encontrado la razón por la cual perseguían a Jake, bueno, las razones. Blanqueo de dinero, trata de mujeres, pedofilia, drogas... Todo de altos cargos del gobierno, policía y FBI, de varios países. Era demasiada información. Había nombres, fotos, informes... Había tantas pruebas... Y yo tenía en mis manos una copia de todo aquello.

Pensaba usar aquello en contra de quién hiciera falta para encontrar a Jake. Luke me había advertido de lo que había planeado hacer. Era peligroso pero me daba igual. Lo primero que debía hacer era llamar la atención de los que tenían a Jake y sabía perfectamente como.

Antes de nada había hecho dos copias de absolutamente todo en dos discos duros. No me la iba a jugar tan fácil. Después Luke público en redes que teníamos información delicada sobre alguien del gobierno. No dijimos nombres. Y ahora solo esperábamos que contactaran con nosotros pero solo habíamos recibido aquel mensaje amenazante. 

Cojo un nugget de pollo que había traído Luke. Había traído dos cajas con veinticinco nuggets. Me había hecho feliz.

—¿Estás cosas suelen alargarse mucho?

—Depende.

—Genial.— Suspiro.

—Me voy, si hay novedades te llamo.— Me despido de Luke y le veo salir por la puerta.

•••••

Miro mi reflejo en el espejo. Mierda. ¿Puedo ser más gilipollas? pues no. Las risas de Kat y Dan. Suelto las tijeras en el lavabo. Tengo un lado del pelo más largo que el otro y al intentar igualarlo corte más de lo que debería. Soy tonta. ¿Por qué me da por hacer esto?

—¿Por qué me dejáis?

—Pero.— Kat deja de reírse.— Si has sido tú. Y quería cortarte el flequillo abierto.— Vuelve a reírse mirando a Dan.

—Decirme que hay una peluquería cerca.

—Al otro lado de Duskwood.

—Venga ya.— Suspiró. Recojo mi pelo en una coleta y salgo de casa aún escuchando las risas. Super gracioso.

Llegó a una bonita peluquería en tonos rosas, azul oscuro y madera muy clara. Me atiende una mujer. En cuanto suelto mi pelo y ve el desastre no hace falta decir nada.

Se me da genial hacer todo tipo de peinados pero cortar el pelo... Eso es otro tema.

La mujer que me atiende me señala donde sentarme. A mi lado hay dos mujeres intentando hablar en susurros pero es en vano por qué se escucha todo.

—¿Te has enterado de que Annette vio a Richy, el del taller, el que secuestro a la chica?

—¿No había fallecido en la mina?

—Eso fue lo que dijo la policía pero no encontraron el cuerpo. Así que... Por eso puede que sean las muertes, ya sabes, que huyo. Hay que tener cuidado.

Se callan cuando se percatan de que las estoy escuchando. No sabía si fiarme mucho de aquello. Los rumores no siempre son ciertos y yo lo sabía muy bien.

Había vivido gran parte de mi vida en Reading, un pueblo cerca de Londres y un lugar donde los rumores corrían más rápido incluso que en Duskwood. Cuando nací mis madres se trasladaron de Escocia a Inglaterra. Cuando llegaron los últimos años de instituto la cosa empezó a empeorar. Yo era consciente de que no había sido la mejor persona del mundo. Había usado a la gente a mi beneficio, había hecho daño a muchas personas... Intenté cambiar aquello pero en un año y medio poco se podía hacer. Nadie se fiaba de mi y los rumores jamás dejaron de circular. Así que ya sabía cómo podía ser. Había tanto rumores míos que no eran ciertos... Así que no estaba muy segura de si creerme lo de Richy.

Pago a la chica que me atendió y salgo del local.

Veo a Matt andando, mirando su móvil. Levanta la mirada y sonríe.

—Ranita.— Le miro incrédula. Hacía tanto que no escuchaba ese nombre. Matt siempre me llamaba así cuando estábamos juntos. Según él lo hacía por qué le encantaba verme dar saltitos cuando algo me emocionaba.— Vaya, menudo corte.— Como que me corté sin quererlo más de la mitad del largo que tenía. Aún que reconozco que me había agradado, lo llevaba ahora por los hombros con el flequillo largo abierto.—Como siempre, guapísima.

—Gracias Matt.— Me sonrojo.

—¿Estás ocupada?— Niego.—¿Tomamos un café?— Asiento.

La cafetería no está muy lejos, es pequeñita pero acogedora. Nos sentamos en una mesa, en la esquina, está tranquila.

Matt me cuenta sobre su trabajo. Para tener apenas 30 años a conseguido el puesto de jefe de cardiología en el hospital donde le han trasladado. Siempre había sacado las mejores notas de su clase. Matt era el chico perfecto de la universidad y realmente lo era. Amable, atento, detallista... Si no estuviera Jake probablemente sería la oportunidad perfecta para volver a intentarlo. El es el único, despue de Kat, que conoce mi pasado, aún que omití ciertas cosas.

—Hacia mucho que no nos veíamos.— Habíamos estado juntos desde que yo tenía 18 años, hasta que cumplí los 22. Y ya había tres años que lo tuvimos que dejar, el había conseguido trabajo lejos de donde vivíamos ya distancia de hizo insoportable.

—Si, tres años.

—¿Que fue de ti, Emma?

—Consegui trabajo de lo que estudié, era un colegio pequeño pero me encantaba.— Sonrió. Había estudiado magisterio infantil y realmente me encantaba enseñar a los niños.

—¿Sabes que buscan una profesora en el colegio de Duskwood? Para los niños de tres años.— Oh, tenía que ir entonces.

—Ire a mirar, Gracias, Matt.

—Oye.— Le miro.— Tu eras amiga de ese chico ¿no? — Hace una pausa. — El hacker.— Asiendo, dudosa.— El otro día vino el ministro de salud al hospital y escuche algo que no debería.— Se queda callado, avergonzado.

—¿Que Matt?

— Estamos con un proyecto de investigación en el que ayudo y vino por eso iba con alguien más, parecía igual de importante que el. — Típico de Matt, dar mil vueltas cuando va a contarte algo que no te gusta.

—POR DIOS MATT, HABLA

—Lo siento.— Coge aire.— Decían que tenían a ese chico y nadie lo sabía, más bien se reían de ello.— Me quedo pálida. Osea que es verdad.— ¿En qué andas metida, Emma?

—Yo...

—Si necesitas ayuda, la que sea, sabes que puedes contar conmigo ¿No?. Y si quieres ayudar a ese chico se que es por algo, así que no dudes en pedirme ayuda.






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Holaa!!

Bueno hoy se que es domingo (y esto no quiere decir que mañana no tengáis capítulo, tendréis el capítulo del lunes jaja) solo que estoy con gripe y lo único que parece 'calmarme' (Realmente es por qué centro bastante y olvidó lo demás) y eso hizo que adelantará bastante y el capítulo anterior tuvo bastante comentarios así que... 🤗

Espero que os guste y mañana nos vemos para el siguiente:)

Emma (Duskwood Fanfic)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora