16º CAPÍTULO

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Suna se había despertado sobresaltada esa mañana. Tenía un mal presentimiento, de esos que no podía explicar con razonamientos lógicos. Para empezar había tenido sueños turbulentos y se había desvelado en más de una ocasión. Y ahora estaba nerviosa ¿pero por qué?

-Algo anda mal con mi hermano y Alley- empezó a comentarle a Vaum. Estaban desayunando aún con el pijama puesto, en la cocina de la casa de los jerarcas.

-¿Por qué piensas eso?- preguntó Vaum comiendo un tazón de cereales con fruta y leche.

-No se como explicarlo ¿vale?- se enfadó Suna.

-Bueno ¿y qué quieres hacer?- refunfuñó Vaum.

-Vamos a ver si han dejado algo en el estudio de mi hermano- se le ocurrió repentinamente a la chica -venga, péinate y vístete, te espero fuera- le ordenó y salió corriendo escaleras arriba.

Vaum suspiró cansado. Verdaderamente él estaba descansando muy bien allí, incluso se había divertido mucho con algunas actividades que se impartían en la nave nodriza. Eran unas vacaciones un poco diferentes a las que él estaba acostumbrado en la Tierra. Normalmente uno va a descansar y relajarse en una playa o a visitar sitios de interés. Pero para los nómadas, unas vacaciones implicaban estar no más de diez días en la nave nodriza y siempre que podían tenían que apuntarse a hacer actividades culturales como danza, fabricar herramientas y utensilios o aprender otros idiomas. No eran muy exigentes pero le daban mucha importancia a mantener las relaciones sociales. Parecía ser que antaño habían sido una sociedad mucho más individualista y eso no le había traído cosas buenas. Vaum notaba aquello, incluso quienes formaban pareja lo hacían solo con intención de tener hijos, que posteriormente cuando cumplían cinco años eran llevados a un centro de enseñanza. Desde muy pequeños se les obligaba a servir, era un tanto aterrador en el fondo. Muchos niños sufrían por ello, la falta de amor de jóvenes se reflejaba luego en su vida adulta. Entendía mejor el comportamiento que tenía Alley, la falta de empatía o de cercanía que mostraba al principio con ellos. Siempre estaba alerta, atenta ante cualquier amenaza. Era una guardiana, desde pequeña le habían obligado a serlo... Su único amor había sido Don y ni siquiera parecía que realmente tuvieran una relación normal.

Vaum se encaminó a su habitación y se vistió con la armadura espacial que le habían regalado por haber superado las pruebas. En su brazo derecho, llevaba el parche distintivo de "los exploradores de mundos" que consistía en dos estrellas fugaces doradas. Salió de la casa y fué junto a Suna, ella también llevaba su traje espacial.

-Tenías razón- le dijo Vaum -yo también creo que Alley nos engañó- no veía posible que su compañera haya entablado una relación amorosa con Calev en menos de un par de horas.

-Pues no perdamos más tiempo- Suna casi echó a correr.

No tardaron en llegar al estudio.

-Esta cerrado- Vaum intentó forzar la cerradura pero no había manera.

-Déjame espacio- Suna tomó una piedra decorativa que había junto a la escalera de entrada y golpeó la cerradura fuertemente, esta cedió y pudo abrir la puerta sin problemas.

-Nada mejor que volver miles de siglos atrás de vez en cuando ¿eh?- sonrió Suna aún con la piedra en la mano.

-Estas muy loca pero al menos funcionó- soltó él, entrando al lugar. Encendió las luces y se puso a observar los diferentes planos que había en la primera mesa que encontró.

-Voy a encender su ordenador- informó Suna sentándose en el escritorio -No tiene contraseña... eso solo hace aumentar mis sospechas-

-¿Qué sospechas?- Vaum no lo pillaba.

Más allá de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora