17º CAPÍTULO

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Fue un golpe contundente, posiblemente le había perforado un pulmón.

Alley notó la adrenalina disparando por su cuerpo. Tomó fuertemente la espada en sus manos y se dispuso a cortar al enemigo, pero este la bloqueó y le propinó una patada que la mandó volando tres metros atrás.

Calev insultó al yautja enemigo mientras lo apuntaba de nuevo con su francotirador, peró falló. Sin embargo, el disparo le había rozado lo justo para hacer que su máscara cayera al suelo. Instante que aprovechó él para golpearlo con la culata, haciendo que perdiera el equilibrio y callera.

Alley se levantó costosamente y fue a rematarlo, pero una red le impidió continuar con su ataque. El mala sangre había usado un cañón especial que disparaba redes.

-¡Qué alguien me ayude!- la chica se revolvía en la red. Su espada había caído lejos de ella y no encontraba otra forma de escapar.

Calev corrió a su ayuda, ignorando como el mala sangre se disponía a golpearle con su arma, aún llena de la sangre de Jirue.

-¡Ah!- el yautja traidor notó cómo algo le estrangulaba. Era el látigo de Jirue, este tiró fuertemente de él y logró derribarlo.

-Te tengo- le dijo Jirue en su idioma.

Calev consiguió liberar a Alley con la espada, por suerte no había recibido daños graves.

-Rápido dame la espada- le pidió Alley. Él se la cedió y vio como la chica corrió como el rayo para acabar por atravesar el pecho del mala sangre con su arma.

-Joder- espetó la chica, estaba jadeando y tenía el corazón a mil.

Jirue pareció un poco molesto con que ella le hubiera dado el golpe final, pero tampoco le dio mucha importancia. Tenían mejores cosas de las que preocuparse, como la herida que llevaba en el pecho.

Calev recogió sus armas del suelo y las recargó por si las moscas.

-Aún vive- Alley notaba como el pecho de la criatura continuaba moviéndose por la respiración. Efectivamente, el alíen tosió mostrando que aún estaba consciente.

-Rápido ponle el traductor- le ordenó Calev a Jirue. Este así lo hizo.

-Ahora vas a empezar a hablar- dijo Alley manteniéndose aún sobre él sin sacar la espada.


Libra no estaba anímicamente bien, había pasado de confiar en aquellos alienígenas a ser simplemente una especie de polizona. No entablaba más conversaciones, solo respondía a lo justo y con gestos. Apenas comía pero cuando lo hacía se aseguraba de no dejar nada en el plato. Tenía sus dudas aún ¿por qué no la han encerrado? ¿por qué no la mataban? era una autentica tortura psicológica.

Desde la sala de entrenamiento, la cual era donde más tiempo invertía, podía ver por el gran ventanal el planeta de sus "anfitriones".

Tenía auténtico terror por acabar en aquel lugar -posiblemente sería una esclava- cruzó por su mente esa posibilidad, después otra apareció aún más terrorífica ¿tendrían humanos esclavizados ya? la chica soltó su arma y se quedó observando la inmensidad de ese mundo.

-Has mejorado desde la última vez- Zaha'ri apareció a su lado y le habló justo cuando la chica la miró. Ya no disponía del traductor así que había vuelto a usar lenguaje de signos.

Libra se echó a un lado sin decir nada, se limitó a mirar con enfado a Zaha'ri.

-¿Estás enfadada por lo que te dijo Wraim?- pareció reírse la yautja -no, lo que realmente te pasa es que tienes miedo, puedo olerlo-

Más allá de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora