Al día siguiente, Libra y Vaum se pusieron a entrenar y a estudiar a tope. Estaban cansados de la noche anterior, pero las ganas de pasar esas pruebas los impulsaban a seguir.
-¡No entiendo esto, maldita sea!- se quejaba el joven releyendo una parte de un texto de química -ácido permangánico... ácido monobásico...¡No me voy a acordar de estos nombres tan largos!-
-Es un tipo de ácido usado en medicamentos con propiedades antisépticas... la fórmula del ácido era HMnO₄- le respondió Libra mientras hacía flexiones a su lado, estaba sudando mucho y empezaba a sentirse algo mareada, así que no le quedó más remedio que parar -no puedo hacer más de quince flexiones- se lamentó tomando bocanadas de aire.
-Pienso que deberías de haber estado entrenando antes- opinó Vaum tomando un sorbo de zumo de fruta concentrada, el cual le ayudaba a superar su resaca.
-Lo mismo podría decir yo de ti- le atacó Libra -no vas a memorizar miles de páginas en un solo día-
-Me subestimas- Vaum se puso orgulloso -me he presentado a muchos exámenes de tipo test antes. Tengo mis trucos para dar con la respuesta correcta, aún sin saber siquiera que me preguntan-
-Déjame adivinar: la respuestas más largas suelen ser las correctas y nunca seleccionar los "no" absolutos- dio en el clavo la chica.
-¡¿Tu también lo sabes!?- se sorprendió Vaum -bueno no esperaba menos de una cerebrito... lo digo de buenas eh, no te enfades-
-No me voy a enfadar, tengo que usar las pocas energías que me quedan para correr alrededor de la plaza- suspiró abatida -voy a necesitar toda la suerte del mundo para pasar esa prueba de resistencia-
Al otro lado de la plaza, se encontraban Suna y Alley, charlando de la vida y de lo acontecido anoche. Alley le había prometido a Calev no decirle nada a nadie, ni siquiera a Suna. Pero esta última iba a hacer lo imposible por saber la verdad.
-¿Cómo qué no me vas a contar que hicisteis?- Suna tenía sentimientos encontrados: por un lado le parecía bien que su amiga y su hermano preferido estuvieran juntos, pero a la vez no quería que Alley se separase de su grupo para formar parte del grupo de Calev.
-Porque pienso que se consideraría... intimidades de pareja- mintió muy mal la chica pelirroja. Odiaba dar esa excusa, se sentía super falso todo y ni siquiera le gustaba Calev.
"-No podemos permitir que el pánico se extienda por la nave-" le había dicho Calev antes de que se fuera "-Entre menos personas investiguemos el asunto, más rápidas y concisas serán las cosas-" Alley no estaba de acuerdo con eso pero no estaba con los ánimos para discutírselo. Lo más normal es que los padres de Calev, no querrían que su hijo fuera a una reunión con un grupo de alienígenas altamente peligrosos, solo para comprobar una leyenda.
-Entonces...- Suna parecía habérselo tragado -en ese caso yo te apoyo- tomó la mano de su amiga y la sostuvo fuertemente.
-¿Suna?- Alley la miró extrañada.
-Estoy muy feliz por vosotros dos, aunque aún tengo mis dudas sobre mi hermano... Incluso he llegado a pensar que prefiere a otros hombres...- volvía a dudar Suna.
-No lo creo, bueno, no le demos más vueltas al asunto, vamos a ver qué tal llevan los estudios esta gente- cambió el rumbo de la conversación la chica.
El día transcurrió más tranquilo para Alley, al menos hasta la cena. En la cual todos se reunieron en casa de los jerarcas, estos últimos también incluidos. Por suerte no estaban los hermanos odiosos de Suna pero sí que vino Calev. Y entonces volvió la incomodidad a la mesa.
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Más allá de las estrellas
Ciencia FicciónLos nómadas Hulú llevan varias generaciones explorando los confines del universo, tanto conocido como desconocido. Podría decirse que es una de las pocas sociedades humanas aún existentes. El resto son colonos que llevan siglos dormidos a la deriva...