she | chanmin

── ♡: twenty six ❜

—Aquellos estudiantes que hayan terminado el examen pueden retirarse —informó el profesor de la cátedra, luego de que haya pasado casi media hora y varios alumnos terminaban dichoso examen.

Reviso varias veces la hoja y recojo mis cosas para levantarme del asiento y me dirigí  hacia el escritorio del profesor, quien dice que espera que haya hecho las cosas correctamente y asentí con duda. Aveces el profesor era exigente con ser perfeccionista, y más con sus alumnos.

Salgo del salón de clases y me dirijo hacia mi casillero, la hora del almuerzo está por llegar y mi estómago pedía con urgencia algo de comida. Era entendible, luego de estar estudiante por dos días seguidos con los nervios y ansias jugando al mismo tiempo, es pesadamente para mi cuerpo.

Cuando termine de guardar mis cosas que no voy a utilizar en el día, algo llama mi atención. Al final del pasillo se encuentran dos siluetas, mientras que uno le detenía agarrándole del brazo la otra persona le gritaba para que le soltase. Esta última persona llama toda mi atención y sentí la necesidad de ir hacia ellos.

Era JiSung.

Ha pasado tiempo desde que no hablamos, y ciertamente lo extraño.

Extraño tener su risa estruendosa cerca mío.

Traté de actuar disimuladamente en buscar algo dentro de mi casillero hasta que los gritos de JiSung se dejaron de escuchar, miro de reojo y él ya no se encuentra al lado de esa persona desconocida (para mí).

De manera rápida cierro mi casillero y voy directo hasta esa persona, que aún seguía parado en su lugar sin querer irse de allí.

—Oye, ¿hacía dónde fue JiSung? —pregunté al llegar a su lado y el más bajo sólo se quedó en silencio.

—Eres Kim Seungmin, ¿cierto?

Parpadeé desconcentrado, pero di una afirmación. Ese tipo era extraño, más cuando se dio la vuelta y quedó al frente mío, su mirada penetrante se clavó en mi persona.

Sí, parecía un duende de jardín con una gran intimidación oscura.

—Espero que no lo eches a perder —se hizo a un lado, y empezó a caminar. Estaba por preguntarle nuevamente por JiSung, pero él siguió hablando—. Fue a la azotea, su escondite favorito es allí.

Cuando me dió la indicación, de inmediato fui hacía las escaleras de emergencia y comencé a subir de estas como si dependiera mucho en llegar a la cima con tanta desesperación.

Al abrir la puerta, escuché la voz de él:

—ChangBin te dije que no jodas. Quiero estar solo- —se detuvo al girar su cabeza y lo veo sorprenderse, y mucho.

—No soy ChangBin. Soy yo, SeungMin —sonreí, pero él simplemente ignoró aquello al volver a su posición inicial en la banca.

Eso me confundió, y mucho.

—Oye-

—Vete. Quiero estar solo, y sin estorbos, por favor.

¿Soy un estorbo?

—JiSung.

—No, SeungMin. Ya he dicho, vete, por favor.

—Pero... Quiero hablar contigo.

Traté de acercarme pero él se levanto de la banca y se dio vuelta al fin, su cabeza agachada no me permitía verle a los ojos y eso me puso más ansioso.

—¿De qué quieres hablar?

—De muchas cosas... Pero principalmente porque te alejaste de mí, y estoy preocupado por no verte cerca mío.

—¿Te preocupé? Es en serio, ¿o es mentira? —su pregunta me inquieta, JiSung no es de atacar tan fríamente.

—Es la verdad, yo nunca te mentiría-

—Si realmente te importo, debiste al menos decirme el motivo del por qué te irías aquel día cuando nos reunimos con los chicos —dice mientras aprieta las palmas de sus manos en puños—. Me sentí devastado e ilusionado, demasiado...

—Lo siento, no quise que te preocuparas. Es que, Chan-

—Te necesitaba —levanta su mirada—. Él siempre tiene que estar en medio de todo, ¿no? Esto siempre será así.

—No estoy entendiendo nada.

Volvió a desviar la mirada y di un paso hacia adelante, esta conversación se está yendo hacia un extremo de un sentimiento para nada agradable. Y temía por lo que podría suceder.

—No quiero terminar igual que tú, SeungMin.

— ¿Cómo yo?

Asintió. —No quiero depender de los sentimientos de alguien que nunca va mirarme cuando esos sentimientos son dirigidos hacía otra persona que tampoco ve esos sentimientos... Yo... —levantó la mirada y noté el brillo de sus ojos, el mismo brillo que hace semanas atrás me miraban tan relucientes; ahí están, pero eran diferentes.

Todo era diferente.

—Yo no quiero depender de ti, no quiero ser yo la persona que dependa de los sentimientos de que alguien no los ve. Por algo me aleje, para que no depender de ti cuando sé que tus ojos siempre estarán puestos en él, y no en mí.

JiSung... El realmente...

—... JiSung-

—Me gustas, Kim SeungMin —confesó al moverse de su lugar y caminar hasta llegas a un metro de distancia en donde me encuentro—. Pero tú no de mí, Ángel.

Veo aquella sonrisa que tanto le caracteriza mientras que la brisa del viento cálido del día despeinaba sus cabellos hacia un lado, dejando una imagen que nunca antes vista.

Mis ojos nunca vieron lo que tenía al frente.

—Intenté esquivar los vil de latidos del corazón que he tenido hacía ti cada vez que te veía sonreír tan vivamente, sin ninguna lágrima, sin tanta tristeza... —estiró su brazo hasta que su mano es colocada sobre mi mejilla y quedándose allí, un pequeño apoyo de esperanza que nunca vi—. Me sentí tan orgulloso de poder ser yo el que te saque de tus malos momentos, ser yo el que pueda curar tus dolores, ser yo el que te sostengas cuando sientas que no puedas avanzar, ser yo tu sostén... Ser yo el que pueda curar tu corazón y quedar grabado mi nombre en él, solo... —dejó caer su mano del lugar y una lagrima cayó de su mejilla, aquello dolió—. Solo quería ser yo, y nadie más.

Dicen que cuando uno está cegado contienen una venda en sus ojos, que cuando más caes ante la tentación y el encierro, el nudo de la venda se vuelve más fuerte hasta no poder soltarte nunca más de lo que tus ojos puedan ver.

Pero, cuando observe a JiSung irse por aquella puerta y dejándome con aquella sensación extraña en el corazón, la venda había caído y mis ojos se decepcionaron cuando fue demasiado tarde y mi única esperanza se haya ido.

Desearía que no fuera tan tarde... JiSung.

Arranco el drama 🎭

🤍
060123