── ♡: thirty two ❜

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Despejo la punta de la pagina del libro para pasar a leer la siguiente, concentrado en la lectura y poder terminar el resumen que estoy haciendo e irme lo cuanto antes posible a casa. Ya que la biblioteca iba a cerrar entre unos minutos.

Pero, viendo a lo lejos, no creo que JeongIn cierre de inmediato al tener la visita de alguien especial para él. Sí, era nada menos que Lee YongBok. Mejor conocido como Felix para quienes suspiran su nombre cada vez que lo ven caminando por los pasillos de la universidad, regalando a sus pasos sonrisas encantadoras a quienes le viesen.

Obviamente este chico encantaba a cualquiera con su imagen, su vestimenta dark es de otro nivel que no se comparaba con su personalidad simpática y dulce. Me recuerda mucho el amigo de JiSung, sino me equivoco se llamaba ChangBin. Sí, ese.

Volviendo a YongBok y JeongIn, ambos estaban de grande platica; el segundo mencionado tenía sus mejillas pintadas de color carmesí a flor de piel mientras que el galán, alias el pecas, sonreía y miraba de manera dulce a Yang. Estaban en su propia burbuja mientras que yo me encontraba entre medio de libros, apuntes y resúmenes, vaya mi vida.

¡Quiero una cama y dormir!

Sabía que no podría terminar mi resumen ahora, así que junto mis pertenecías, guardándolas en mi bolso, y me dispongo a encaminar hacia el gigantesco escritorio de administración de libros.

—JeongIn-ah —llamo al mencionado y éste me dirigió la mirada, sonriendo apenado por las típicos piropos que le decía Lee apenas llegué a ellos—. Me iré, pero llevaré el libro —alzo de éste y JeongIn asintió—. Anótame en la lista, por favor.

—Sí, Hyung no se preocupe. Ve con cuidado a casa.

—Gracias. Nos vemos luego —me despedí de ellos, quienes siguieron en su burbuja de amor.

Ay, los niños de ahora.

Cuando salí de la biblioteca no me di cuenta que la puerta hizo chocar a una persona, que rápidamente comencé a disculparme por el acontecimiento que generé.

—Aah, lo siento, no me fije y- —mis palabras se quedan a la mitad al notar que se trataba de ella, de EunHa.

—No te preocupes SeungMin-ssi —dijo con su característica sonrisa y asentí. Hace tiempo que no la veía o establecía una conversación con ella luego de que su relación con Chan se haya roto y no tuvieran lazos entremedio—. Veo que sales de la biblioteca, ¿trabajos? —señaló el libro y asentí, nuevamente.

—Más que nada resúmenes, entre poco tendré exámenes y quiero estar preparado para ello —traté de sonreír, pero resultó ser más una mueca que sonrisa. No era fascinante estar a pocos días de los perdidos exámenes, me consumían hasta el alma estar estudiante entre apuntes y apuntes.

—Ya veo, estoy igual. Pero espero que nos vaya bien —dice en forma de motivación, que solo respondí con un simple "sí" y la conversación terminó allí.

Era incómodo.

Es decir, después tanto tiempo de mirarla y fijarme en cada detalle que ella tenía o hacía solo para saber que era lo que tanto le gustaba a Chan, es incómodo.

Ella me debilita todo de mí por no ser ella.

Y nunca lo seré.

Carraspeé, ante el silencio que se armó. —Bien, debo irme. Fue un gusto de volver a verte... —¿realmente fue un gusto? No lo sé.

EunHa solo se quedó ahí, mirándome con una sonrisa en su rostro. Raro.

Pero aún así no me detuvo para marcharme lo más rápido que podía de allí.

Tu nunca serás ella, nunca.

Claro que lo sé, Kim SeungMin es Kim SeungMin y no ella.

Nunca lo seré.

—Tú siempre fuiste el motivo, SeungMin.

Aquellas palabras pronunciadas detuvieron mis pasos, haciéndome girar en el lugar y fijar mi visión con la de ella.

EunHa no aportaba la sonrisa que, anteriormente, me dedicó y generó que una corriente eléctrica pasara por toda mi espalda, asustándome ya que nunca le he visto con la mirada tan oscura y seria.

—¿Qué?

—Siempre fuiste tú, el motivo de todo.

—Siempre fuiste tú, el motivo de todo

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Pufff /efecto de explosión.

🤍
180723

she | chanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora