Princesa Bastarda [Aemond Targaryen]

14

Aegon avanzaba a paso lento con una vela en su mano, cada dos o tres zancadas soltaba un quejido ahogado.
Su intención era revolver las cocinas en busca de algo que hubiese sobrado para comer, tenía hambre y no podía conciliar el sueño lo cual era una combinación pésima para alguien que iba a ser rey pronto.
Pero había dejado el vino a pedido de su madre y su futura mano y abuelo, Otto Hightower. No lo había dejado por voluntad propia, se lo habían prohibido y como no podía salir del castillo la única opción que le quedaba era la de estar sobrio.
Y él no acostumbraba a estar sobrio.

Arrastrando los pies siguió avanzando hasta que oyó varias risas, al principio pensó que era parte de su imaginación la cual comenzaba a alucinar, pero al alumbrar con la vela observó con detalle a las dos personas que estaban fornicando.

Magaelle estaba de espaldas, con el pecho pegado a una mesa y la mano de su hermano ejerciendo presión sobre su cuello mientras le embestía por detrás.
Ya no se espantaba, les había encontrado de ese modo más veces de las que hubiese querido.

Su presencia fue notada rápidamente por ambos.

—Hola Aegon —Saluda el príncipe tuerto relajado mientras acomoda la falda de su esposa quien se incorpora nuevamente — ¿Se te ofrece algo?

— ¿Hay algún lugar del castillo en el que no follen?
Su tono sonaba indignado, normalmente él era el hombre fogoso con un apetito sexual insaciable y gustos particulares... Pero desde que estaba sobrio poco podía pensar en el sexo.

—La foza —Menciona su hermano acomodando el vestido de Magaelle antes de acomodar su propio uniforme.

—También los jardines... —Indica la joven divertida.

—Los e...
Aegon no deja que Aemond diga otra palabra más.

—Comprendo —Suelta irritado, lleva el rostro inflamado y surcos enormes de color violeta le adornan los ojos —Solo venía por algo de comer —Justifica con inquietud —Sufro alguna especie de ansiedad que no me deja dormir.

—Insomnio —Concreta el hermano menor sin dejar de observar el aspecto deplorable de Aegon. —Es normal, vas a ser coronado pronto y no estás preparado para ello.

—Aún podría huir —Aegon levanta la cabeza para pasar su vista por ambos presentes, la luz de la vela hace que su rostro luzca aún más terrorífico —Ustedes podrían ser mucho mejores reyes que yo —Su voz denota la desesperación que carga, su pulso tiembla al mencionarlo —Ambos son guerreros, y parecen saberlo todo...

Aunque Aemond reconoce que la oferta es tentadora sabe bien que no es una opción viable, él es el heredero de sangre ya que, aunque le pareciese injusto, había nacido primero.
Aegon por su parte les observa con ojos suplicantes, envidia la forma en la que Magaelle y Aemond se comunican tan solo con miradas, el cree que si no hubiese sido un imbecil durante toda su vida tal vez habría podido tener algo como eso.
Estaba celoso de su hermano por esa razón e incontables motivos mas.