Princesa Bastarda [Aemond Targaryen]

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Para aquel entonces la triarquia, convocada por la mismísima princesa bastarda, se hacía pedazos por si sola ante el retomo del control de Gaznate por parte de los Velaryion y sus flotas marítimas.

Aemond por su parte se había convertido en el terror del Tridente ya que hacía llover fuego constantemente sobre las tierras de los ríos en busca de algún accionar por parte de los estandartes de Rhaenyra.

A su vez, el trono de hierro sacaba hilos de sangre cada vez que la mujer tomaba asiento en él, los rumores corrían como ratas y ya muchos eran fieles creyentes de que la corona le estaba rechazando.

Pero la mayor amenaza no era Aemond y Vhagar incinerando Harrenhal de un extremo a otro, puesto que el objetivo del tuerto no era realmente el trono.
En cambio su hermano Daeron, apodado el audaz, avanzaba lentamente hacia desembarco del rey con un ejército sureño comandado por su tío Ormund Hightower, y gracias a que el menor de los hijos de Viserys era un cauteloso explorador, estaba acarreando variados infortunios. Y a diferencia de su hermano, Daeron si planeaba el volver a poner a Aegon en el trono.

—Ha llegado una encomienda esta mañana —Sopesa la mujer soltando un suspiro —Me temo que han asesinado a Maelor Targaryen —Inhala —Y han enviado su cabeza como trofeo.

—Habrá que hallar un modo de decírselo a su madre —Sugiere Daemon sin tacto ente el asunto.

—Mi hermana apenas tiene los pies sobre la tierra —Manifiesta la mujer sin mirarle.

— ¿Como es que eso ha podido suceder? —Jace alza la voz haciendo que la vista de su madre se pone en él mientras niega con la cabeza.

—No lo se —Murmura —Algunos hablan de que fue el mismo Lord Tully quien lo hizo —Explica —Pero no hay modo concreto de saberlo.

Jace traga saliva y nuevamente comienza a hablar:
—He pensado que podríamos enviar a Alicent junto con a Helaena a las hermanas de la Fe —Explaya —Para que pasen sus días en oración y contemplación como castigo —Inhala antes de continuar —Y... Había pensado...

— ¿Que cosa Jace?
Insiste su madre al ver que su hijo tiene las palabras atoradas en la garganta, Jace levanta su vista y observa a Rhaenyra y a Daemon analizando sus rostros.
Sabe que aquello no les agradará.

—Que se les perdone la vida a Aemond, Aegon y Daeron —Suelta y antes de que se le interrumpa vuelve a hablar —Enviémosles al muro, que vistan el negro y vivan como hombres de la noche acatando sus votos sacros —Afirma —Y en cuanto a Magaelle —Traga saliva preparándose para soltar otra piedra —Se que ella no desea el trono —Expone —Se hincara fácilmente a la lealtad de su familia si las cosas logran enmendarse —Aunque sus manos están inquietas su tono de voz aún suena concreto —Quiero que se case conmigo. Y que a su vez sus hijas sean comprometidas con Aegon y Viserys que poseen su edad.

Rhaenyra observa a su esposo en un intento por buscar una respuesta a sus palabras.

—Jace...

Pero es Daemon quien interrumpe a la mujer.
—Voy a obviar el tema del matrimonio por ahora —Declara —Envíen a Helaena y a Alicent a la Fe —Transigiere —Pero no podemos otorgar indulto a rebeldes y traidores —Sus ojos se entrecierran mientras observaba al Velaryon Solo abonaría el campo para nuevas revueltas.

—Todos los señores de poniente se volverán contra nosotros si actuamos de forma tan cruel como para destruir dos casas de tan noble abolengo —Contraataca.

Ellos solo mantienen la vista fija el uno para con el otro, mientras que los ojos de la mujer van del hombre al joven sin saber bien qué decir.

— ¿Que es lo que opinas tu, mi reina?
Daemon le observa de soslayo.

Entonces traga saliva, debe decidir entre su hijo y su consorte lo cual resulta aún más difícil cuando se toma el trabajo de analizar ambas opciones, Jacaerys tiene un buen punto en el cual apoyar su propuesta, a su vez considera que, de algún modo, sus hermanos deben pagar por el daño.
Por lo que termina trazando un camino en medio.

—Que hinquen la rodilla o mueran —Decretan —Y si deciden tomar el camino de la redención lo harán en el muro y serán despojados de dragones.

Observa a uno y luego al otro, Daemon está petrificado mientras que su hijo mayor asiente lentamente con la cabeza.

— ¿Y que sucederá con Magaelle? —Vuelve a observar a su madre.

El compromiso de Jacaerys con Baela Targaryen se había roto hacía menos de seis meses cuando la susodicha había sido hallada siendo mancillada por Robert Quince en las cocinas.
Nadie había podido abogar por Baela ya que, en su defecto, más de medio castillo había oído los rumores.
Daemon toma una bocanada de aire y observa a su esposa antes de continuar.

—Cuando Aemond muera o sea enviado al muro su matrimonio se anulará —Decreta —Así que podrás tomarle como esposa —Asiente —No encuentro mejor castigo para ella que vivir como nunca ha deseado, aprisionada en un castillo cumpliendo órdenes y dando herederos al rey.

Buenas buenassss,

Dios faltan tan pocos capítulos para que termine que de verdad no me lo creo.

Por un lado comentar que Daemon tampoco es que quiere castigar a su hija, pero sabe que tiene que infringir un castigo por que bueno, después de todo ella también tomó lugar en acciones bélicas y demás, pero también es un castigo que le beneficia a él por qué en parte es: Que no la maten, tenerle cerca y poder protegerla.

Encima hoy me toca escribir uno de los capítulos probablemente más complicados en cuanto a contenido y sentimientos, tengo un borrador y llevo posponiéndolo varios días por qué estaba media bloqueada y no quería no brindarles el 100% en ese capítulo, pero hoy me levante temprano, despeje la mente y tengo una motivación increíble.

No se olviden también que no los dejo sin novela de Aemond, en mi perfil estar Sunflower que creo es la novela más prometedora que escribí hasta ahora, no va a tener tanta política y se va a enfocar más en lo que van a ser los "romances".

En tanto no olviden mirar los edits en TikTok.
Y gracias por tanto amor, en serio.