Princesa Bastarda [Aemond Targaryen]

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El plan de Magaelle estaba al borde del fracaso, las flotas reales del Reino de las Tres Hijas no contaba con fuerzas suficientes para romper el cerco de la serpiente Marina en el Gaznate y Aemond había fracasado a la hora de intentar acercarse a Dalton Greyjoy para ganarse a las Islas del Hierro en favor del Rey.
Pero ella seguía teniéndolo todo bajo control, gracias a las noches a solas había tenido mucho tiempo para pensar en las posibilidades, y a decir verdad, las estrategias eran algo que a Magaelle se le daba muy bien.

—Sin embargo si reuniésemos las flotas de Tyrosh, Lys y Myr estaríamos en posición de enfrentar a los velaryon con ventaja —Propone la joven de pie ante la vista de todos.

—Enviaré mensajes a los magisteres con promesas de exclusividad sobre el comercio de desembarco del rey a cambio de limpiar el Gaznate y volver a abrir las vías marítimas —Afirma Otto Hightower.

—Promete ceder los peldaños de piedra a las tres hijas, la corona jamás reclamó el dominio de esas islas pero ellos no lo saben —Sugiere la joven a lo que Otto asiente con la cabeza.

—Excelente idea mi lady.
Tyland Lannister, consejero de la moneda, da su visto bueno.

—No sería propio de un ray rogar apoyo a los señores como un mendigo ruega limosnas —Contraresta el mismísimo Criston Cole observando directamente a Aegon —Usted es el legítimo rey de poniente majestad, y cualquiera que lo niegue es un traidor, va siendo hora de que conozcan el precio de la traicion.

—Más importante que aquello ser Criston creo que es el hecho de que se marche rumbo a Rosby y Stokeworth cuyos señores acaban de arrepentirse de apoyar a la reina —Magaelle observa de reojo a Aemond con complicidad —Con su permiso majestad —Fija la vista en el rey —Sugiero acompañar a ser Criston, a lomos de un dragón, junto a un centenar de caballos y quinientos soldados para tomar dichas tierras.

—Podemos triplicar el apoyo de los mercenarios curtidos —Sugiere su hermano menor, aunque Aegon los mira parece desinteresado.

—Todo a fin de ordenarles su unión a las fuerzas de la corona en prueba de lealtad —Completa Magaelle.

Aegon observa a cada uno de sus miembros quienes parecen estar de acuerdo con ellos.

—Que así sea entonces.

[...]

Magaelle se adelanta con afantasma Gris para regresar a Aguasmil mientras que Aemond permanece en la fortaleza roja discutiendo sobre la conquista de las tierras del Río.
Él acababa de regresar de uno de sus tantas odiseas y había llegado a tiempo para unirse a una de las tantas reuniones del consejo de guerra, por tanto era la primera vez que Magaelle le veía en varios días.

— ¿No vas a huir esta vez? —Pregunta cuando su dragona termina de aterrizar observando como su esposa se pasea entre los dragones en ves de estar montada a uno de ellos desde antes de verle bajar.