Helaena siempre ha sido una chica especial, distinta al resto de sus hermanos. Ellos eran perspicaces en la batalla o con la lengua, pero ella era una soñadora.
Se había acostumbrado a ser la rara pero a partir de su primer sangrado los insectos, su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
xxxoxxxxoxxxxoxxxxoxxxx Capítulo VI. Anular el matrimonio.
Había intentado de todo. Se había encerrado en su propia habitación, cerrado ventanas y balcones, puesto sábanas entre las rejillas de la puerta y nada lo había evitado. La mariposa parecía aparecer o poder traspasar paredes.
“Helaena, no puedes esconderte. Debemos hablar.”
“Yo no tengo nada más que hablar contigo.”
“Mira, siento mucho lo de tu hermano pero esta vez seré más claro con mis palabras. ¿De acuerdo?”
“¡No!”
“Helaena, cancela por todos los medios tu matrimonio con Aegon.”
“¿Qué? ¿Por qué? Además, no es como si yo lo hubiera escogido.”
“Esa es una de las razones, si. Pero la más importante es que te traerá desgracia e infelicidad. No te cases con él.”
“¿Entonces qué se suponga que haga? Fue idea de madre, y ella nunca me escucha.”
“Intenta convencer al rey. Él te escuchará cuando le digas tu candidato.”
“¿Y quien le podría interesar tanto al rey?”
“Su heredero Jacaerys Velaryon.”
“¡Imposible! No has odio como habla madre de los hijos de mi media-hermana. Ella no lo permitirá.”
“Helaena, por lo que más quieras. Busca la manera de no casarte con Aegon. Es tu única salvación.”
“Si fueras más preciso y-yo podría...”
“Tú terminarás con tu propia vida por culpa de ese matrimonio, Helaena. Confía en mí y rompelo.”
Iba a gritarle que se explicara, pero la mariposa se terminó apagando como si el alma dejara su cuerpo y se apoyó en el borde de su cama.
“¡No! ¡Ahora no! ¿Qué demonios quieres decir?”
“¿Helaena?”
Aemond entró en su habitación viendo las sábanas tiradas por el suelo.
“¿Qué ocurre?”
La princesa corrió hacia terminando rodeada por sus brazos. Las lágrimas caían por sus ojos, cayendo a su vez sobre el hombro del príncipe.
“Sabes que me puedes contar cualquier cosa.”
Helaena se separó del abrazo y lo miró fijamente durante unos segundos.
“No sabría por dónde empezar.”
Aemond le agarró la mano tirando de ella hasta quedar los dos sentados en la butaca que había a los pies de su cama. Allí ella suspiró y cerró los ojos comenzando a explicarle a su hermano las conversaciones que había tenido con aquella mariposa.
“¿Una mariposa que te cuenta el futuro? Parece un cuento para niños.”
“¡Es verdad, Aemond!”
“No, no.” —el príncipe le agarró una mano acariciándola.— “no digo que no te crea, solo que suena surrealista.”
“Me dijo que no debo casarme con Aegon, que yo misma me suicidaría.”
“¿Tú confías en lo que dice? Puede ser que te hable pero no tiene porqué saber el futuro, Helaena.”
“No sé cómo pero él me ha dicho cosas que eran imposibles de saber antes de que ocurrieran.”
“Bueno, te dijo que Laena Velaryon fallecería en el parto pero eso es muy normal.”
“También me dijo que impidiera que domaras a Vaghar, no lo evite y Aegon perdió un ojo.”
“No podemos anular tu matrimonio, madre no lo permitiría.”
“Al menos de que no le quede de otra.”
Helaena se acercó al príncipe agarrándolo por las mejillas y acercándose peligrosamente a sus labios.
“¿Helaena?” —Aemond susurró sobre sus labios, antes de que estos tocaran los suyos.—
La princesa se dejó llevar sin saber como dar un beso, y él cerró los ojos sintiendo la caricia suave de sus labios.
“Aemond, acuéstate conmigo.” —se separó sin apartar la mirada de la de él.—
“¿Qué?”
“Si madre nos pilla, entonces nos obligará a casarnos y no tendré que casarme con él.”
“¡N-no puedo Helaena!”
Aemond se levantó dando vueltas por la habitación.
“Ah, no puedes pero quieres. Aemond, sé que quieres.”
“Eso da igual, Helaena. Yo soy menor y tú eres suya.”
“Yo no soy suya, nunca me ha tocado ni me tocará.”
“No puedes saber eso.”
“Si, si nosotros dos nos casamos.”
La princesa se comenzó a desnudar comenzado por sus zapatos.
“¡No, no podemos!”
Aemond abandonó su habitación, dejándola sola con muchos pensamientos corriendo por su mente. El primero era que no sabía como anularía ese matrimonio sin la ayuda de Aemond. Y el segundo que su hermano había salido corriendo con un sonrojo en sus mejillas y una erección entre las piernas. Por lo que eso le daba esperanza de que a él le gustaba, y ella no perdería el tiempo con más candidatos.
xxxoxxxxoxxxxoxxxxoxxxx
👩❤️👨 Aemond Targaryen xHelaena Targaryen xAegon Targaryen ⚠️ para mayores de +18, incesto, insultos, violencia, sexo, smut gráfico, etc. ❤️ Relaciones entre Hombre/Mujer | Hombre/Hombre | Hombre/Mujer/Hombre ℹ️ Esta historia está basada en el libro de Fuego y Sangre de George RR Martin pero los sucesos de la misma me pertenecen. ¡No se permite su copia y/o adaptación!
