Capítulo 21🥀

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Willow

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Willow

Nos miramos fijamente con mil cosas pasando por la mente que aún no son dichas y cada vez más me parece extraño lo que veo. Es su vida tan misteriosa para mí que me abruma en sobremanera lo que descubriré cuando me entere de todo lo que él hace. Tengo el leve presentimiento de que él no solo se dedica los negocios empresariales.

He podido conocer a muchos empresarios porque al trabajar en una cafetería con los mejores pasteles de chocolate y el mejor café del mundo; ellos se aparecen por allí. Pero ninguno como Alexey. No tan misterioso, no tan endiabladamente atractivo y mucho menos que me despierte tanto interés que pueda llegar a quitarme el sueño.

Trago saliva aun mirándolo a los ojos. Tengo tanto miedo de que esto que se está construyendo en mi pecho me termine destruyendo que pongo en duda haber tomado la mejor decisión al aceptar el contrato que me propuso.

Alexey no es el tipo de hombre que mi padre querría para mí. Siempre me mostró que debía de buscarme un hombre que me aprecie y me trate como una reina. Que todo lo que salga de mi boca sea cumplido y que pueda llegar a tener una increíble familia, así como yo la tengo.

No creo que eso pueda suceder si me caso el. No me lo puedo imaginar cargando a un bebe y desvelándose por cumplir los caprichos de su esposa embarazada. Una punzada de dolor corre por mi pecho porque tampoco puedo imaginarlo enamorándose de mí. Mientras nos miramos fijamente puedo decir que mi temor se hará realidad.

Terminare enamorada de este hombre y con el corazón roto por seguir con este juego aun cuando sé que terminare lastimada. Pero el problema es que tampoco puedo dejarlo. No puedo simplemente romper la conexión que tenemos porque estoy segura que no encontrare a nadie más igual que Alexey Volkov.

Nadie que haga palpitar mi corazón como si de alguna manera quiera salírseme del pecho, nadie que este a mi lado incondicionalmente sin llevar más de algunas semanas conociéndonos y nadie que me bese como si quisiera consumir mi alma y a la vez atesorarla como si fuera un gran tesoro que cuidar.

Dios, mis emociones están muy confusas en este momento. Le tengo tanto miedo a lo inesperado que temo que en algún momento me quedare sola y sin lograr nada importante en la vida porque no poder avanzar al pensar en los riesgos que conlleva. ¿Que dios creo a este hombre que parece poder poner el mundo de rodillas si así lo quiere y su hermoso cabello no se despeinará?

Una pisca de celos me ataca solo de pensar que otras mujeres disfrutaron de estas atenciones que el me da. Que las llevo en su Jet privado y que las instalo en su casa con poco tiempo de conocerlas y tratarlas como si no existe nadie mejor que ellas. Me muerdo el labio al recordar como devoró mi intimidad como si fuera el manjar más delicioso.

Aprieto los muslos porque por más retorcido que se vea me prende verlo así todo rebelde, con un cigarro casi gastándose en una de sus manos y esos ojos oscuros que me miran como si quisieran tirarme en una cama y hacerme muchas cosas sucias. Y que parta un rayo si no lo deseo con premura.

El Contrato ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora