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/Ariza/

Termino de colocarme el zapato justo cuando la puerta del salón del trono se abre, con los dedos intento peinarme un poco mientras me acerco al lugar. Por suerte y para mi sorpresa, el rey no está en el trono, la reina se sienta en él y al verme sonríe con cariño.

*Buenos días, Ariza-dice haciendo callar a la chica que ya había visto con el rey antes, la que tiene el dibujo de cinco puntos unidos en el pecho.

*Buenos días majestad-digo y puedo notar la mirada de la chica sobre mí.

*Puedo asumir que ayer todo salió bien-dice mirando rápidamente a la chica y luego a mi-hoy pude verlo mejor.

*Se solucionó-digo avergonzada-¿y el rey?

*Tiene otros asuntos hoy, así que, puedes irte-asiento y me volteo-antes de que salgas, él parecía buscarte-la miro y asiento para salir del lugar. Ni siquiera debo buscarlo porque al salir del salón el príncipe está esperando cerca de una ventana.

*¿Otra vez te quedaste dormida?-pregunta serio.

*¿Sabes lo importante que es dormir?-cuestiono sonriendo y acercándome a él para mirar fuera.

*Las horas necesarias-entrecierro los ojos y lo miro.

*¿Estuviste esperándome sólo para regañarme?-él chasquea la lengua.

*¿Quién dice que estoy esperándote?-levanto una ceja.

*¿Qué haces aquí entonces?

*Quería decirle algo a mi madre y me tope contigo-asiento sin creerle-de cualquier forma es bueno que nos topáramos porque tengo algo para ti.

*¿Para mi?-pregunto sorprendida.

*Es tuyo en realidad-dice y saca las manos de la espalda para enseñarme la espada que creí fue destruida.

*Media luna-la voz apenas me sale y mis dedos acarician la hoja fría con suavidad-¿cómo...?

*Mandó a hacer una replica-dice serio-la original seguía en el laboratorio, no lo supe hasta hoy.

*¿Puedo..?-él la estira a mi y yo la tomo.

Al ponerla sobre mis manos, una extraña sensación me recorre la espalda y al parpadear una línea se dibuja en mis ojos. La línea rodea el cuello del príncipe como si me dijera dónde debo cortar, abro los ojos sorprendida y miro fuera de la ventana, la línea se aleja y da unas vueltas en el cielo antes de volver a mi mano.

*¿Estás bien?-pregunta y lo miro negando.

*Hay una línea en mis ojos-digo confundida-como si me mostrara dónde puede llegar.

O hacía dónde moverla.

*¿Quieres ir a probarla?-cierro los ojos con fuerza y al abrirlos ya no hay nada, lo miro.

*No-digo rápido-vamos con Kirishima-él frunce el ceño.

*Debo ir a entrenar-dice serio.

*No pasa nada si te pierdes un entrenamiento-le digo sonriendo.

Además así podría enseñarle a Kirishima.

*No puedo...-tomo su mano y tiro de él.

*Vamos-digo tirando de él-he tenido que verte entrenando desde que llegué, ni siquiera me has mostrado tu reino.

*Bien-dice y me sigue así que suelto su mano-deja que me quite la ropa de entrenamiento.

Mientras espero a Katsuki vuelvo a tomar a media luna y la inspecciono, no pesa tanto como podría parecer y como su nombre lo dice, tiene el diseño en la hoja de una luna. La cuelgo en mi cintura cuando escucho los pasos tras de mi, al voltear veo a Katsuki que vuelve con unos pantalones claros y una camisa suelta y blanca, abro los ojos sorprendida al verlo y al llegar me pasa por el lado tomando mi cabeza para voltearme.

Princesa perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora