Capítulo 8. Efectos de la passiflora

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La flor de la pasión

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La flor de la pasión. No sé, ese nombre me resultaba extraño. Desconozco si esa planta será capaz de dejarme k.o. Bueno, debo fiarme de los chicos sobre todo de Kanae. Todavía Douma no era de fiar porque seguramente haría algo cuando me tomara aquel mejunje. Solo esperaba que el sabor fuera bueno.

Dos días estuvimos caminando. Poupou no dio señal de que nos estábamos acercando a nuestro objetivo y eso que las aves rapaces tienen una vista muy buena. Un suspiro salió de mis labios preguntándome si podía acabar con los Antiguos. Yo era la única esperanza. Y pensar que tengo una carga en mí. ¿Y si fallo?

De pronto, Poupou bajó para posar sus patas en mi hombros anunciando que nos estábamos acercando al lugar. ¡Al fin! Mis pies necesitan descansar. Prefería ir mil veces en barco que caminar porque no estoy acostumbrada a esto y más aún con este tipo de calzado.

Desde la lejanía se podía observar un gran pueblo. Pueblo Kamemochi se le hacía llamar por el cartel que vimos en el camino. Demasiado tranquilo para mi gusto. Lo digo porque no se veía ningún daño alrededor. Hombres solo se apreciaba en las calles. Ninguna mujer. Esto me estaba resultando extraño. Debo mantener los ojos abiertos por cualquier circunstancia.

Mis ojos se posaron en Tanjiro que se acercó al primer puesto de comida para preguntar a un hombre acerca de la flor de la pasión. Y el resto de jóvenes igual. Tengen, Kyojuro y Sanemi son los únicos que se quedaron conmigo. Yo aún intentaba analizar este pueblo. Poupou me hizo el favor de inspeccionar un poco más el lugar.

—Te noto tensa, princesa —habló el chico extravagante. Una sonrisa coqueta hizo—. Te vendría bien un buen masaje.

—Deja tus estúpidos coqueteos.

—Que celoso eres a veces, Sanemi.

—Este lugar… no me gusta para nada —confesé—. ¿No os resulta extraño que solamente haya hombres en las calles?

—Tal vez están dentro de sus casas —dijo Kyojuro.

Sí, probablemente y sólo me estoy comiendo la cabeza. No debería preocuparme esta situación, pero ya tuve cierta experiencia con el otro mundo.Bien, he tomado la decisión de caminar para inspeccionar un poco el lugar acampañada por ellos. Miradas un tanto lascivas notaba en los hombres. Vale, deben ser mujeriegos y los odiaba con toda mi alma. Como este lugar es el territorio de Hentai me voy a cagar en todo.

—Estos hijos de puta no paran de mirarte —añadió Sanemi mirando mal a los hombres.

—Sí… ¡aquí el único que te mira de esa manera soy yo!

Yo reaccioné, dándole un puñetazo en la cabeza. Ni le dio tiempo para reaccionar.

—Otro comentario mujeriego y tus partes íntimas no contarán con ello —lo amenacé.

—¡Hombres, poupou! —anunció el búho volviendo conmigo—. Miré las casas, poupou. No hay mujeres, poupou.

¡Lo sabía! Esto tenía que ser una secta o algo así. Kanae y yo no debemos bajar la guardia ante estos tipos porque desconocemos si piensan capturarnos o que. Y hablando de ella, Kanae corrió hacia nosotros junto con el resto.

El final de una era (One Piece x Princess Laura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora