Capítulo 14. El secuestro

76 6 1
                                    

—¡¿Cómo que nos hemos alejado de nuestro objetivo?!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡¿Cómo que nos hemos alejado de nuestro objetivo?!

Le grité a Golzy y ella me mostró la brújula indicando que ha dejado de parpadear ese color ámbar. Oh, Dios, no me lo podía creer. Y no podemos girar el vagón hacia otra dirección o pararnos porque este tiene un único trayecto. Mierda, esto no pinta demasiado bien. Tenemos una suerte cojonuda.

El vagón se iba parando poco a poco mostrando que estábamos a punto de llegar a nuestra parada. Yo abracé a Roy preparada para lo que se iba a venir. No estábamos seguros si, cuando abrieran las puertas, nos encontraríamos con los Aliens. El resto del grupo sacaron sus armas. El vagón se paró y las compuertas se abrieron. Unas armas nos estaban apuntando.

Joder.

—¡¿Quiénes sois?! —nos gritó un hombre barbudo y calvo. Este tiene pinta de que es alguien problemático—. ¡Identificaos!

—¿Quieres que lo seduzca? —me habló bajito Golzy.

—¿Roy?

Esa voz me resultaba familiar. Es aquella mujer rubia de aquella sala gigantesca. Minerva creo que se llamaba. El niño la reconoció enseguida, que saltó de alegría para ir a abrazarla.

—¡Minerva!

—Mocoso estúpido. ¿Dónde estabas? —le preguntó, mientras le tiraba suavemente de la mejilla—. ¿No sabes que este sitio está plagado de monstruos?

—Quería buscar a mi mamá —confesó con lágrimas en los ojos—. Yo pensaba que la había encontrado.

Eso confundió mucho a Minerva hasta que me vio. Parpadeó unas cuantas no creyéndose que fuera idéntica a su madre. El resto del grupo también. El hombre barbudo le pidió al resto de sus compañeros que bajaran las armas porque piensan que no somos peligrosos. Uf, por los pelos.

—Es increíble. Es cierto lo que dicen muchos científicos. La posibilidad de encontrar a alguien parecido a ti.

—Sí, es cierto —respondí.

—Gracias por encontrar a Roy. Lo buscábamos como unos locos —dijo Minerva—. Yo soy Minerva. El hombre barbudo es el Mariscal Roland. Estos dos mellizos con rasgos africanos son Amadi, que es el hermano mayor, y su hermana pequeña Femi.

Pues si que son idénticos. La única diferencia es el género y que Amadi tiene el pelo más largo que su hermana. Creo que estos son los únicos supervivientes aparte de nosotros. Están sobreviviendo en este lugar repleto de esos alienígenas. Y pensar que no les importaba el niño, pero veo que es todo lo contrario.

—Yo soy Laura. Y estos son mis amigos: Golzy, el búho Poupou, Katakuri, Cracker, King, Lucci, Marzo e Izou.

—Vaya, que tipos más cools tenemos aquí —exclamó Femi acercándose a los chicos. Se retiró un poco la manga de su camisa y mostró su tríceps—. Yo también soy fuerte.

El final de una era (One Piece x Princess Laura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora