Renjun.

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—Cuántas veces consumes alimentos al día.— Preguntó aquel hombre con bata blanca y cabello canoso.

Renjun se abrazaba a sí mismo mientras escuchaba el "tik tak" del reloj colgado a la pared totalmente blanca que estaba detrás del hombre que lo interrogaba.

—Una ves.— Respondió con un tono de voz bajo luego de un rato, mirando al hombre con aquella mirada cansada que llevaba hace unos días.— Sólo almuerzo.—

—¿Tomas las pastillas que te recete?— Preguntó dejándo de lado sus lentes para frotar con sus dedos sus ojos.

—No, no las necesito.— Respondió con una mueca mientras acariciaba sus brazos bajo la atenta mirada del viejo.

No era la primera vez que tocaba esa sala fría y de color blanca, acompañado del mismo hombre por años seguidos.
¿La razón? Era por esos malditos bajones emocionales que le hacían querer morirse y en especial no comer ni mierda.

—¿Por qué no las necesitas?— Preguntó.

—Porqué me estoy esforzando sin necesidad de estar drogado por esas pastillas bobas... Trato de hacerlo y estoy yendo mejor.— Habló jugando con los dedos de su mano.

Vió cómo el hombre hacia una mueca y escribía en esas hojas en blanco que arriba tenían su nombre.

—Necesitas un tiempo para ti, Renjun. Lejos de tú rutina de siempre, lejos de tus preocupaciones y de la gente qué te rodea.—

—¿A qué te refieres?— Preguntó confundido.

—Ve con tu familia a China. Quizás no para siempre, pero para despejarte.— Habló mientras ordenaba sus cosas dispuesto a dar por finalizada la sesión.

¿A su país? Claro que él extrañaba su país y su familia que no veía hace tanto tiempo. Extrañaba ir a la casa de la abuela y comer de su rica sopa para luego ver las telenovelas de blanco y negro en la televisión que tenían en la sala.
Extrañaba salir con su padre Sicheng y sentirse cómo un niño pequeño.

¿Pero que sucedería con la gente que lo necesitaba?

—No, no, ¿cómo podría hacer eso?— Preguntó nervioso.— Mis amigos me necesitan, Jaemin me necesita a su lado... Él necesita de mi y yo de él, no puedo dejarlo sólo. Además Donghyuck está pasando por un momento difícil, qué pasa si el... ¿Qué pasa si él decae aún más?, sabes..— Apretó sus labios y sintió un extraño sentimiento de angustia recorrer su cuerpo.— ¿Qué pasa si él empeora y yo no estoy para él?, yo no puedo dejarlo, necesito apoyarlo y hoy más que nunca.

No supo en qué momento sus ojos lagrimearon, porqué sentía una preocupación grande. Donghyuck es una de las personas qué más adoraba en este mundo.

Recuerda a ese pequeño niño moreno con mejillas grandes se le acercó porqué lo vio sólo, no sabía el idioma así que no tenía manera de poder hablar con los demás niños, pero a Donghyuck no le importo y desdé ese día no dejó a Renjun sólo.
Renjun no se imaginaba sus días sin estar al lado de su mejor amigo, quizás no todo el tiempo estaban juntos, pero sabía que estaba ahí, cerca de él y relativamente bien. 

—Cuéntame de Jaemin.— Él hombre se volvió a sentar.— Hablamos mucho de Donghyuck pero jamás de tú pareja.—

—Jaemin es realmente un gran apoyo para mi, siempre me ayuda y está a mi lado para hacerme sentir bien.— Habló con una sonrisa.— Es un ángel, algunas veces no sé que hice para merecer su amor. ¿Sabes por qué?, porqué realmente es una buena persona.
Algunas veces creo que realmente es el amor de mi vida y no una de esas personas pasajeras, siento que está hecho para mi. Algo bueno tuve que haber hecho en mi vida pasada para que el universo me lo haya cruzado en mi camino.

¡déjame en paz donghyuck! - nohyuck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora