31

628 43 1
                                    

Renjun corrió desesperado por el aeropuerto una vez llegó a su hogar. Cumplió su promesa algo tarde. Su padre lo perseguía cómo podía con su maleta.

-¡taxi, taxi!- Una vez llegaron afuera comenzó a buscar cómo loco un taxi para ir hasta la casa de Donghyuck. Sí, sería lo primero qué haría.

Una bocina sonó fuerte tras de él, haciéndo que de un salto asustado. Se dió la vuelta totalmente furioso, pero rápidamente cambió su expresión dura por una sorprendida. Era Jaemin en un maldito auto.
Claro, tenía la edad para conducir uno (la había cumplido recientemente, siendo uno de los mayores), además era evidente qué le había dicho qué viajaría. Se acercó hasta la ventana.

-¿De dónde sacaste ése maldito auto?- Preguntó una vez estaba ahí. Jaemin bajó y extendió sus brazos hasta el chico.

-Hola amor, estoy muy bien. Oh sí, también te extrañé mucho.- Habló mientras ponía sus ojos en blanco. Renjun sonrío lo abrazó fuerte, dejándo su rostro entre su cuello.

Al separarse, ambos con una brillante sonrisa en sus rostros compartieron un lindo beso suave y corto. Se habían extrañado y las llamas junto con los mensajes no eran lo mismo si no estaban juntos frente a frente.

Luego de una bienvenida los tres se subieron al auto. Sicheng claramente iba adelante. Él se llevaba muy bien con Jaemin, seguido le agradecía lo feliz que hacía sentir a su hijo.
Jaemin era muy apegado a la familia y Renjun también se llevaba muy bien con la familia de Jaemin.

-Es muy bueno volver a verte, Jaemin.- Habló Sicheng mientras miraba por la ventana.- Pero de verdad, ¿cómo conseguiste el auto?

-He estado ahorrando y trabajando mucho. La verdad esté fue un regalo, pero yo soy quién se preocupa de todos sus gastos y reparaciones.- Explicó sin desviar la vista del camino.

-¡Papi, ahora tengo un novio con auto!, y se ve tan sexy manejando.- Chilló Renjun desdé los asientos de atrás.

Fueron primero hasta la casa de Renjun para dejar todas las cosas ahí y no ir cargados hasta la casa de Donghyuck. Renjun estaba feliz de volver a su casa, era evidente qué la extrañaba y a sus amigos. Volver a su país fue de gran ayuda, se sentía renovado y más contento. Dejando de lado la preocupación qué tenía ahora por el moreno.

Los tres nuevamente fueron hasta el auto para poder ir hasta la casa de Donghyuck. Habían pasado unos días y él chico no había ido a la escuela por miedo de encontrarse a Mark y sobre todo a Jeno. A Minjeong o a cualquier otra persona.
Jisung trató de animarlo a ir, al igual qué Wonyoung, YangYang y Jaemin. Ninguno pudo lograrlo.

Jaemin le comentó que Jeno no estaba tan bien, qué parecía zombie y estaba de muy mal humor, qué incluso había dejado una evaluación importante en blanco porqué no fue capaz de prestar atención.

Renjun no era tonto y sabía que algo estaba yendo mal, qué todo era extraño. Estaba dispuesto a meter las manos al fuego para arreglar todo.

-¡Renjun!- Doyoung miró sorprendido al mejor amigo de su hijo parado en su puerta. Se apresuró en abrazarlo y en dejar pasar a todos los demás.- Donghyuck está en su habitación, por favor ve a verlo.

Renjun asintió y decidió ir él sólo, Jaemin junto su padre se quedaron con Doyoung hablando un rato.
Caminó hasta la habitación del chico y tocó dos veces antes de abrir. La habitación estaba ordenada, pensó qué era por Doyoung. Donghyuck estaba sobre su cama, totalmente tapado.
Se acercó lentamente y lo abrazó fuerte por detrás.

-¿Renjun?- Se dió la media vuelta, mirándolo sorprendido y no tardó en abrazarlo.

-Mi niño, te extrañé mucho. ¿Cómo fue qué dejé qué terminaras así?- Preguntó acariando el rostro de su amigo, quién no tardó en comenzar a sollozar bajo.

¡déjame en paz donghyuck! - nohyuck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora