Capítulo 9

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JARED

¿Cómo duermo yo ahora después de ver su cuerpo?

- Merda rossa, mi farai impazzire uno di questi giorni. (Mierda pelirroja me vas a volver loco un día de estos)

Me meto en el baño por qué necesito un baño de agua fría si quiero dormir después de eso

El agua fría no me está haciendo una mierda, solamente tengo la imagen de sus bragas de encaje rojo casi transparentes.

Cierro los ojos e imagino que su mano es la que se mueve subiendo y bajando por mi miembro, masajeo mis testículos con la otra mano y gruño de solo imaginarme a la pelirroja en la cama

Aumento el ritmo de mi mano y me imagino la boca de la pelirroja en ese color rojo que tanto le gusta, imagino su voz y su cuerpo y mi mano aún va más rápido que antes.

Gruño pensando en cómo sería follar con ella de nuevo y esta vez sí recordarlo. Muerdo mi labio para no hacer ruido cuándo el semen acaba en mi mano

Me apoyo en la pared de la ducha mientras el agua sigue cayendo en mi cuerpo y mi respiración está acelerada por los pensamientos sexuales que tengo hacia la pelirroja

Termino la ducha y después de limpiarme vuelvo a la habitación, no tengo sueño así qué me siento en la silla del escritorio y miro algunas cosas que tengo de clase, estoy estudiando online la carrera de ciencias políticas por lo qué eso me viene bien y más ahora con la mafia

El primer año lo hice de intercambio en Alemania que es en dónde pasó lo qué pasó con la pelirroja pero a partir de ahí empecé a hacerlos online

***

Bajo las escaleras con un chándal ya que quiero entrenar y voy a la cocina a por una botella de agua, me encuentro a la pelirroja haciendo unas tostadas y también está con ropa de deporte

- Buenos días ¿Ya has entrenado?

- Buenos días – responde sin girarse a mirarme mientras sigue con el desayuno – sí, llevo 3 horas despierta

- ¿Qué tal la cabeza?

- Bien – gira la cabeza para mirarme – gracias por la pastilla

- Un placer – y vaya que fue un placer

No pienses en eso Jared o vas a volver a tener que usar tu mano

Cojo la botella de agua que venía a buscar y me despido de ella para irme al gimnasio del sótano. Me pongo los guantes de boxeo mientras me acerco a un saco y empiezo a pegarle desahogándome de todo.

El saco de boxeo es mi mejor amigo, que Romeo no se ponga celoso, pero con el saco siempre me desahogo de todo y más de pensamientos de la pelirroja

Boxeo, pesas, saltos...

Han pasado dos horas desde que bajé al sótano, ya estoy cansado así qué limpio mi sudor y subo las escaleras para tomar una ducha.

Mientras subo escucho a la pelirroja en la planta de abajo caminar con sus tacones, me ducho y me quedo en la habitación por qué hoy no tenemos nada que hacer de la mafia y yo tengo que estudiar para un examen.

Alguien toca a la puerta y me giro para ver a la pelirroja entrando y apoyándose en el marco de la puerta

- He hecho la comida

- ¿Ya es hora de comer? – abro los ojos sorprendido mientras miro el reloj

- Sí – sonríe y camina hacia mí para después mirar los papeles de lo qué estoy estudiando - ¿Cómo lo llevas? Vamos a comer para que descanses un poco

- Vamos – me pongo de pie – lo llevo bien, gracias por preguntar – me sonríe y salimos de la habitación sin decir nada más

Cuando llegamos abajo las empleadas ya tenían la mesa puesta, veo la tortilla de patatas y sonrío

- Me encanta – digo después del primer bocado – hacia mucho que no comía nada cocinado por ti

- Sabes que no me gusta que la gente me cocine así qué acostúmbrate a mi comida por qué habrá muchas veces comida hecha por mí

- Encantado – sonrío de lado y ella también lo hace

- Mañana es la entrega de armas – asiento y recuerdo al estúpido mexicano

Nos quedamos hablando mientras comemos y después se va al despacho a atender una llamada, uno de nuestros hombres entra por la puerta y lo miro

- Señor un hombre está fuera y dice que quiere hablar con la reina pero está ocupada

- Mirad que esté limpio y hazlo pasar al salón – me pongo de pie

Camino hacia el salón y poco después entra el gallego con el qué bailó ayer la pelirroja

- Buenas tardes – dice y estrecho mi mano con la suya

- Buenas tardes ¿Qué desea en nuestra casa?

- Quiero hablar con Hope – alzo una ceja cuándo la llama por su nombre – soy un confidente de su abuelo desde hace años

- No lo conozco – digo seriamente y él asiente

- Nunca habíamos coincidido – tuerzo la cabeza inspeccionando

- ¿Qué quiere de la reina? – la llamo por su titulo qué es como debería de llamarla él también

- Trabajo – dice y escucho los tacones de la pelirroja acercándose

- Roi – frunce el ceño – bienvenido ¿Qué haces en nuestra casa?

- Viene en busca de trabajo

Le digo seriamente y ella asiente caminando hasta ponerse a mi lado, apoyo una mano en su cintura y no se aparta así qué no la quito

- Quiero seguir trabajando para ustedes igual que lo hacía con su abuelo – dice el gallego que al parecer se llama Roi

- Tendremos que decidirlo y cuándo tomemos una decisión será informado – respondo sin dejar de mirarlo

- Exactamente – dice la pelirroja – cuándo lo decidamos lo llamamos, gracias por la visita – lo echa disimuladamente y sonrío de lado

Hope tiene muchas manías y una de ellas es que no le gustan las visitas sorpresa, ella siempre tiene cada minuto del día organizado

- Estaré esperando por su llamada – dice el gallego para después sonreírle a la pelirroja irse de nuestra casa

- ¡Amos! – grita la pelirroja a nuestro hombre de confianza

- Señora – dice él al llegar

- Si viene gente que no está programada para venir no la dejes entrar, yo te avisaré quienes pueden venir y quienes no ¿entendido?

- Si señora – se va y miro a la pelirroja

- Vamos a investigar al gallego y a ver si lo contratamos

Dice mientras camina al despacho y la sigo desde atrás aprovechando para mirar esas alucinantes caderas moviéndose con cada paso que da  

Los Reyes Del Fuego [#1 Trilogía Herencias Peligrosas ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora