—Y eso es… Bueno, el mejor resumen que pude haber hecho, excluyendo algunas partes no importantes, como quererme disparar en la cabeza o que casi enloquezco luego de huir de Peter. Pero eso es lo de menos.
Dio una risa nerviosa y comenzó a voltear a todos lados en busca de algo para que el silencio que se formó llegara a su fin. Pude notar que aquel tema le causaba cierta incomodidad, tal vez aún no lo supera del todo.
Parecía ser sincero con sus palabras, pero eso no quita el hecho de que lo que hizo apenas había sido hace unos cuantos meses. ¿De verdad se arrepentiría tan pronto de eso?
—Tienes dudas de mí, ¿verdad? —volteó a verme cuando yo con la cabeza agachada miraba mi reflejo en el tazón de sopa.
No sabía cómo responderle; él quería que le hablara con toda la sinceridad del mundo, pero cualquier cosa que yo diga podría usarlo en mi contra. Antes no sabía qué era capaz de hacer, ahora no sé hasta dónde se detendría por cumplir sus objetivos.
¿Qué tal si todo era una mentira para manipularme? Tantas cosas pasaban por mi mente, y el pelirrojo aún quería una respuesta, o aunque sea una palabra mía que no fuera “jódete”.
—¿Qué me garantiza que lo que me dijiste no es una mentira bien elaborada? —ojalá y no le hubiera aventado la pistola, la necesito por si me hace algo.
—Hum… Cierto, todo pudo haber sido falso, una trampa para mantenerte aquí encerrada el resto de tu vida, tienes razón —¿Qué debería creer? ¿Que el realmente había cambiado, o que tan sólo me salvó para torturarme? —Tómalo como gustes, pero tengo algo que decirte —se puso de pie y salió de la cueva, dejando su tazón en el suelo.
Fue el momento perfecto para buscar algún utensilio o arma que me sirviera para defenderme de él. En este lugar tan sólo había unos cuantos platos y cucharas inofensivas, y si salía de la habitación a buscar algún arma probablemente me descubriría.
Este lugar parecía perfecto, al menos él tenía todo para que una persona viviera en buenas condiciones. Alimento, ropa, utensilios, armas, lo necesario para mantenerse con vida durante un buen tiempo. ¿Dónde habrá conseguido todo esto?
Viendo bien los tazones estaban hechos a mano, trozos de madera tallados perfectamente para darle aquella forma. Los utensilios también fueron fabricados por él, las marcas que tenía y las astillas lo confirmaban.
¿Cuántos meses pasaron desde que dejó el refugio? Ni siquiera sé qué día es hoy. En esa plantación perdí la cuenta de los días que pasaban, tan solo esperaba mi pronta muerte, aunque claro es que eso no pasó.Mis brazos siguen marcados por las agujas con las que administraban las drogas experimentales; mis piernas siguen débiles por todos esos días sin moverme, y por los medicamentos que me dejaban en ese estado. Y ni hablar de los sentimientos que me causaron todas esas noches, fue tal la tortura que ya no sabía si era solo por lo enfermo y asqueroso de ese doctor, o porque Peter así lo quería.
Los últimos días en ese lugar fueron lo peor, aún más con aquel doctor que siempre me visitaba. Nunca le pregunté a mamá qué había pasado con él luego de que lo llevara arrastrando fuera de mi habitación.
Ya no pude hablar con ella de nada, en cierta forma era la única que me hacía sentir menos mal. Al menos pude ver que seguía con vida, luego del escape de mis hermanos no sabía si algo le pasaría.
El golpe de realidad vino a mí cuando escuché los pasos de Emmett acercarse de nuevo, venía tan lento que parecía sospechoso.
Tomé los platos en mis manos dispuesta a lanzarlos contra él en cuanto apareciera, aún no podía confiar en él y debía defenderme a toda costa. Si vivía no sería mientras él anduviera en el mismo mundo.
—Creí que la había perdido, entre todas esas cosas no la encontraba —apenas dio un paso hacia el “comedor”, le lancé cada traste directo a su cara, serviría como distracción mientras salgo y busco algún arma que sí tenga munición.
Como era de esperarse, él se cubría con sus brazos mientras me gritaba que me detuviera, pero ni aunque se me acabarán los platos yo terminaría de lanzarle algo. Tomé los utensilios a mi lado para luego tirárselos encima.
Parecía una acción infantil, pero era lo único que tenía al alcance para intentar distraerlo. Al final también se acabaron, sólo quedó una cuchara, la cual usaría como arma (quien sabe, podría servir para sacarle un ojo).
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LA NUEVA MINERVA
FanfictionDesgraciadamente, Emma no pudo escapar junto a sus hermanos, ya que sería "cosechada". Ella al ver la situación en la que estaba, se alteró, pero no se rindió. Mientras recuerda los sucesos de toda su vida, le escribe un plan a Norman para que los d...