SU SEGURIDAD

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19 de julio, 2048. 03:27 p.m.

—¡Ya volvieron!

—¡Chicos, ya regresaron!

—¡Sí!

—¿Cómo les fue? ¿Todo salió como lo pensaron?

La mayoría de los niños que estaban en el refugio se reunieron en la entrada para recibirnos, muchos de ellos trajeron mantas y equipo médico.

Les sonreí con amabilidad a todos los que se nos acercaban, intentando parecer tranquila.

Los niños con los botiquines se acercaron a cada uno preguntando si teníamos alguna herida que tratar, por suerte esta vez no hubo algún herido, tan solo estábamos manchados con el polvo y la sangre de aquél lugar.

Éramos pocos los que habíamos ido, los chicos de Goldy Pond se ofrecieron a ayudar esta vez, así que yo acepté y los llevamos. Todo salió según lo planeado, otra ciudad destruida.

Algunos niños curiosos empezaron a preguntar qué había sucedido y cómo lo habíamos hecho, Gillian era quién se veía más emocionada por lo ocurrido, incluso empezó a contar los sucesos con una enorme sonrisa en su cara.

Creí que a ellos les daría algo de miedo o preferirían no ir a esos ataques por lo que ocurrió en el centro de caza secreto en el que se encontraban, pero al contrario, ellos fueron los primeros que se ofrecieron para ir. Supongo que afrontan sus miedos de esta forma, quizá era porque querían verlos sufrir justo como los hicieron sufrir a ellos.

Sea como sea ya estaba hecho, era momento de descansar. No tendríamos otro ataque hasta dentro de dos meses, tal vez podríamos realizar alguna actividad grupal por mientras.

Las cosas van bien, sí es algo duro ser la que los guía, pero hasta el momento no ha habido alguna falla en nuestro plan, lo cual me hace feliz.

En aquella ciudad pude escuchar los gritos de todos esos demonios, suplicando para que los dejáramos en paz. Muchos niños lloraban por sus padres o intentaban huir, pero al final ellos también terminaron sufriendo por la droga.

De cierta forma, pude ver un parecido entre ellos y nosotros: llorando y suplicando por nuestras vidas, esperando que el dolor pare, y que dejen de hacernos sufrir.

Por un momento sentí lástima por ellos, pero si no lo hacíamos ellos tarde o temprano terminarían comiéndonos a nosotros. Es la triste realidad, no podemos vivir en conjunto ya que salimos lastimados, Solo queda hacer nuestro propio mundo.

—Antena, nos iremos a nuestras habitaciones —dijo Yuugo tomando su mochila.

—Claro, vayan a descansar, se lo merecen, y muchas gracias por lo que hicieron.

Ya me había vuelto más cercana con ellos, incluso me contaron que aquel día cuando me dio un ataque por la enfermedad, ambos notaron que estaba algo extraña al momento de hablar con ellos, así que fueron a decirle a Ray.

Durante algunas semanas, no pude hablar bien con Norman y Ray, y curiosamente empecé a empeorar. Fue ahí cuando Vincent me hizo recapacitar, por eso fue que hablé con ellos para explicarles lo sucedido.

Ray se había enojado conmigo por la tontería que hice con mi oreja, sólo ahí pude entender que sí fue una estupidez cortármela, y aunque fuera para firmar el contrato con ese Lord no era correcto hacerlo.

Luego con más calma tuve que explicarle a Norman lo que había pasado en Lambda, desde el momento en que abandoné la casa hasta el último día en el que estuve en ese horrible lugar. Claro que omití que hicieron experimentos conmigo, aún no estaba preparada para informarles sobre eso.

LA NUEVA MINERVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora