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En ese momento no pude moverme, mi vista se nubló y sentí nuevamente esa debilidad. Vincent se acercó a la niña para verificar lo que yo había dicho, y era cierto, para mi desgracia ella ya no tenía signos vitales.

En ese momento entró Bárbara junto con Rei, quienes al ver la situación se acercaron a mí para ayudarme. Ya no pude hacer un movimiento, estaba realmente sorprendida. Sentí como me llevaron hacia las sillas de la enfermería alejados de la cama de Charlotte, para ese momento yo ya no escuchaba ni veía bien, creo que a eso se le llama "shock". Había unas sombras delante de mí, supuse que eran las chicas, las cuales intentaban hablarme aunque yo en realidad no podía escuchar nada.

Después de un rato llegaron más personas y a juzgar por el cabello ya sabía quiénes eran. Tenía miedo de que Emmett hiciera un escándalo en este momento, pero tal parece que no fue así, en lugar de eso ayudó a Vincent en algo que le decía.

Yo seguía algo mareada pero ya podía ver los rostros de los que estaban en la habitación. Luego de que diera ese diagnostico, Vincent y los otros chicos intentaron arreglarla para el "último paso"; íbamos a hacer lo mismo qué con Anthony y Dan, o eso supuse ya que la intentaron vestir y decían algo sobre una pala.

¿De verdad eso pasó?

Todo pasaba tan lento que incluso pensaba que estaba en un sueño, pero la realidad es otra. No pensaba claramente, había tantas cosas que tenía en mi cabeza aunque no lograba descifrar todos mis pensamientos. 

¿Era posible de verdad? Apenas ayer el moreno había dicho que ella tenía una buena mejoría, ¿entonces qué pasó? Charlotte de verdad no podía... Ella no...

Fue mi culpa... Lo fue desde el principio...

—Hey, Emma —de un momento a otro puse atención a mi alrededor, la azabache me miraba fijamente mientras quería darme un vaso con agua.

—Creo que lo mejor será no molestarla, Rei.

—No estamos molestandola, hay que ayudarla.

—Sí, pero no está en buen estado, ella está en shock aún.

—Y es por eso que debemos cuidarla —¿cuidarme?

Ya tengo suficiente edad para cuidarme sola, ¿por qué ellas deberían hacerlo? ¿Es porque me siento mal? Yo estaré bien, sólo debo calmarme.

—La llevaremos al bosque —escuché la voz de Vincent.

—Te acompañaré —¿Emmett también?

—Voy con ustedes —y Bárbara.

Quiero ir con ellos... Al menos quiero despedirme bien.

Espera... ayer ella se despidió...

Me dijo que me quería y luego dijo adiós... ¿Ella lo sabía? 

Creo que ya he sentido ésto antes... Con Conny...

Siento que no puedo hacer nada, o que hubiera podido salvarla haciendo algo antes. ¿De verdad pude hacer algo?

Estoy volviendo a dudar, maldita sea.

Justo por ésto es que he estamos en esta situación.

Ah, odio ésto de mí.

—Hey, jefa, ¿quiere ir? —intente voltear a ver la voz que me llamaba, era la castaña. Le quise responder pero las palabras no me salían.

—Eso no se pregunta, será mejor llevarla.

—En situaciones así lo correcto sería no exponerla a más emociones fuertes —interrumpió la peliblanca.

—Lo mismo pasó con Emmett, y así se dio cuenta de la realidad, hay que sacarla de ese trance.

Pero yo estoy bien...

No, no lo estoy, estoy demasiado cansada, estresada, triste, preocupada... No puedo hacer nada bien, estoy arriesgando a todos llevandolos por un mal camino debido a un mal liderazgo. Soy demasiado pequeña, soy una niña, esto no es algo que alguien de mi edad debería estar viviendo. 

Debería estar preocupada por jugar y reír con mis hermanos, no por querer sobrevivir y salvar a muchos niños. Además de que no soy buena con este trabajo, sería mejor para alguien que piense con la cabeza fría, que se guíe basado en la lógica y no en los sentimientos.

Así que supongo que debería ser así para ser una buena jefa, pensar diferente. Si dudo demasiado todos morirán, sólo debo cambiar.

¿Cómo puedo cambiar? ¿Qué es lo que debo cambiar?

Yo... 

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—¿Qué es lo que está haciendo?  —escuché que Nora preguntó algo a mis espaldas.

—Está escribiendo el nombre de Charlotte, al menos así tendremos un recuerdo de ella.

—¿Hizo lo mismo con los chicos?

—Sí, en esa tumba están escritos los nombres de Anthony y Dan, y muchos otros niños que han fallecido —una voz de chico respondió, era Cislo.

Al final me paré para verificar que había escrito bien el nombre, di unos pasos atrás y miré la piedra que tenía varios trazos hechos con una piedra blanca.

Habíamos decidido separar las tumbas y los cuerpos, ésto debido a que no podíamos enterrar a alguien dentro del árbol, pero tampoco podíamos dejar una señal en el bosque ya que claramente sería una pista para los perseguidores. Así que pensamos que lo mejor sería que enterraramos los cuerpos en el bosque, y que la tumba la dejaramos dentro del refugio. Creímos que era una buena opción, por eso hemos hecho ésto desde que llegamos al escondite.

Sólo me quedé parada durante varios minutos, ya había pasado un buen rato desde que recobré la compostura, aunque aún seguía seria. Algo que me sorprendió fue que en ningún momento me puse a llorar, ¿por qué será? Tal vez fue porque no quería que me vieran en ese estado, pero en realidad no sentía esa necesidad de soltar mi llanto.

Creo que es algo extraño. con Conny fue distinto. ¿Fue porque no fui tan cercana con ella? No puede ser eso, la conocí desde hace un tiempo, ella fue demasiado cercana a mí.

¿Qué cambió? Es igual una muerte dolorosa de alguien a quien yo consideré mi familia.

Me senté sobre mis rodillas para empezar a hacer una oración por ella, la cual terminé luego de un rato.

—Hay que dejarla sola —escuché como los chicos se iban alejando a través del pasadizo, al final volví a quedarme sola frente a aquella piedra.

No sabía qué hacer ahora, había perdido a alguien importante para mí, y claro que sentía dolor y tristeza. Aunque nada más me limité a observar en silencio y pensar en todo lo que pude haber hecho, lamentándome por mis acciones.

Sí, ya no puedo hacer nada respecto a mi pasado, pero...

Puedo cambiar el futuro...

Decidí salir del túnel para dirigirme hacia la oficina, donde sorpresivamente los chicos me esperaban, aunque sólo eran Bárbara, Cislo y Vincent.

—Jefa, ¿se encuentra bien?

—Sí —caminé hacia el escritorio para tomar asiento, todo sería diferente a partir de ahora.

—¿Qué haremos?

—... Preparar el genocidio.

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Continuará...

LA NUEVA MINERVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora