Ahora: Dylan.
No puedo continuar escuchando sus estupideces, diga lo que diga este degenerado, solo son excusas baratas e injustificables que continuará usando para victimizarse, solo siento nauseas de su podrido corazón ¿Cómo es que un sujeto así estuvo viviendo con Margaret? Lucas fue un paciente esquizofrénico sin una recuperación confirmada, al menos eso me contó su madre. Nunca le dieron de alta, un día solo dejó de asistir a terapia y continuó con su vida normal.
No obstante, años después Lucas presentaría secuelas, continuas pesadillas en donde veía a su padre ardiendo en llamas, por si fuera poco, este afirmaba ver su cuerpo carbonizado a través de la venta del expreso escolar. Su madre nunca consideró la idea de regresar con el psiquiatra, al contrario, siempre mantuvo la idea de que volver a ese sitio podría ser perjudicial para Lucas. Así que, como opción para liberar estrés, Doña Carmen inscribió a su adolescente hijo en un club de boxeo, del cual sería expulsado meses después por mostrar comportamiento hostil y perturbador ante su contrincante.
El empezó con este conflicto, no dejaba de reír ni de burlarse de mi padre, mandarlo al hospital fue poco para semejante ofensa, madre—esas fueron textualmente las palabras que dijo Lucas según su madre.
Solo miren a ese pobre diablo, es un desquiciado con un detonador atado a su mano ¿De verdad piensa volarnos en pedazos? De ser así, este sujeto en realidad está perturbado, cegado por estúpidas ilusiones que el solo puede ver, sin embargo, lo que me ocurrió en la cena no fue una ilusión—Hermana ¿De verdad estás aquí? —pensé, y de ser cierto, no está para nada contenta.
—Ring ring—otro celular empezó a sonar.
—¿Quién demonios es esta vez? —pregunté.
—Cierra la boca, esta vez es mi celular—respondió Lucas.
—Gracias al cielo contestó, profesor Lucas, de verdad lamento mucho lo que le ocurrió a su esposa, mis más sinceras condolencias —expresó el director del colegio. Lucas activó el altavoz de su celular y se sentó en el suelo muy cerca de mí.
—Muchas gracias por la preocupación, señor William, de verdad lo aprecio bastante—expresó con tono sereno.
—Espero puedas aprovechar esta semana para relajarte y despejar tu mente, es necesario que te encuentres enfocado para tu retorno en las aulas ¿Entendido, señor Lucas? —preguntó el director.
—Entendido, le prometo dar mi mejor esfuerzo la semana entrante, le aseguro que no lo decepcionaré, director—respondió con los ojos empapados.
Me alegra escuchar eso, es bueno tener de vuelta ese gran optimismo suyo, señor Lucas, a propósito, hablando de optimismo, los chicos de su salón le prepararon un fabuloso video que seguro le levantará el ánimo, sin duda alguna lo extrañan demasiado—comentó el director, al mismo tiempo que enviaba el video con los alumnos de Lucas.
Desde mi ubicación es imposible apreciar dicho video, pero tomando en cuenta las voces y la expresión melancólica de Lucas, puedo deducir que realmente está conmovido. Se escuchan voces aclamando su nombre, acompañado de buenos deseos y palabras bonitas. Su rostro, es ahora mismo un mar de lágrimas que expresan felicidad, Lucas ¿Cómo fue posible que todo esto terminara así? Sin duda alguna esto no es lo que Margaret habría querido para ti.
—Tienes muy buenos alumnos ¿Verdad? —pregunté.
—Son chicos con excelente potencial, espero me alcance la vida para despedirme de ellos—respondió entre sonrisas.
—¿Qué si te alcanza la vida? ¿Qué es lo que tratas de decir? —una idea vaga cruza por mi cabeza sobre su tiempo restante de vida.
—Bien, aquí vamos, fui diagnosticado con una enfermedad terminal, y lamentablemente no hay nada que se pueda hacer al respecto, estoy muriendo, y mi tiempo estimado es de una semana—contestó Lucas.
—¿Una semana? Entonces ¿Por qué prometiste que volverías en una semana con tus alumnos? —continúo preguntando, ya que no entiendo que es lo que pretende, con una semana de vida no hay razón para seguir ocultando cosas.
—Porque tengo la esperanza de verlos una vez más, adicional, mi tiempo restante de vida acaba en el cumpleaños de Margaret, no podría desear un mejor final para alguien tan despreciable como yo—mencionó y se puso de pie, tomó un respiro para luego acercarse a la ventana.
—Déjame ver si lo entendí ¿En serio estás contando los días? ¿De verdad no has pensado en que eso podría variar? Ya sabes, podrías irte ante o después, no seas tan ingenuo, Lucas—comenté.
—¡Cierra la maldita boca! Es problema mío el querer aferrarme a algo que podría o no ocurrir, y lo que yo creo es que así será, me despediré de mis alumnos y del director, para finalmente llegar a casa y morir junto a Margaret en su cumpleaños, maldita sea, al menos déjame soñar una sola vez con mi final ideal ¿Algún problema con eso, Dylan? —preguntó muy furioso.
—No tengo problema alguno con eso, sin embargo, es necesario que asumas la responsabilidad de todo el daño que has hecho, fuiste egoísta al creer que Margaret podría aguantar más tiempo soportando una enfermedad que le causaba mucho dolor con tan solo respirar, y asesinaste a un inocente anciano que solo cumplía con su trabajo ¿Aun recuerdas su rostro suplicando por su vida? O claro, lo que quedó de él, porque aún no lo puedo creer—añadí, intentando hacer que Lucas asuma su responsabilidad.
—¿Asumir la responsabilidad? ¿Me estás pidiendo que me entregué? Porque parece que no has entendido nada de lo que dije, así que lo repetiré por última vez, solo tengo una semana, tan solo una ¿En serio quieres que pase mis últimos días de vida en una asquerosa prisión? Debes estar bromeando, Dylan—contestó, esta vez aún más furioso.
—De verdad lo lamento, no quise asumir eso, y viéndolo bien, es muy cruel de mi parte querer enviarte a morir en una prisión, como una rata, simplemente ya no se en que pensar ¿Quién carajos es el villano? Sin embargo, eso no borra las atrocidades que cometiste, porque no dejo de pensar que todo este infierno lo provocaste tú, Lucas, al menos se consciente y admite que fuiste un completo idiota—vociferé.
—Bien, lo admito, fui un completo imbécil, un egoísta y también admito que soy un asesino, le arrebaté la vida a ese inocente anciano con una gran roca, y créeme que es algo de lo cual me arrepiento cada noche, en cambio, hay alguien de quien no me arrepiento haber asesinado—confesó haber asesinado a alguien más.
—Espera ¿estás diciendo que asesinaste a alguien más? —pregunté.
—Así es, asesiné a una vieja bruja que le arrebató la vida mi pequeño gato, y si te soy sincero, si sentí placer torturarla hasta la muerte, porque ese tipo de personas es lo mínimo que se merecen, la muerte. Además, con respecto a eso que mencionaste hace un instante, sobre quien es el villano, déjame decirte una cosa amigo mío, en esta historia no existe un héroe o un villano, todos somos iguales, porque todos en este mundo estamos a un mal día de perder la cordura, solo mírame ¿Qué podría salir mal en un hombre casado, con dinero, casa propia y una hermosa familia que lo apoya? Aparentemente nada, pero aquí estoy yo, siendo el claro ejemplo que el pan puede quemarse en la puerta del horno, felicidad, amor, estabilidad mental, todo eso se nos puede escapar de las manos como agua entre los dedos, así que no te culpes por lo que dijiste o lo que hagas, porque hoy puedo ser yo, y mañana podrías ser tu—explicó Lucas.
Encendió un cigarro y tomó un gorro de la pared, además, tomó una gran cantidad de vendajes para cubrir su brazo junto al detonante, tomando así una apariencia de discapacitado. No obstante, continuo perplejo ante la impactante noticia de otro asesinato, y que, en este caso, no haya sentido remordimiento alguno, más bien placer. Ahora que lo recuerdo, hace un momento mientas discutía con Lucas, pude oír el ruido de una patrulla ¿Acaso están aquí por el reciente cadáver? Maldición, este podría ser un buen momento para huir, todo encaja a la perfección, policías, el descubrimiento de un cadáver, y una gran confusión por parte de vecinos y familiares, nada podría salir mal, sin embargo ¿Cuántos inocentes podrían salir lastimados si Lucas activa el detonante? Carajo, sin duda alguna este hombre está un paso por delante de mí.
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EL CADÁVER DE MARGARET
TerrorUn joven esposo llamado Lucas pierde la cordura ante el desgarrador desenlace de su esposa Margaret. Aferrado a la idea de no dejarla ir, Lucas se ve envuelto en una serie de sucesos aterradores e inquietantes que lo sumergen en la locura y la deses...