NOTA; Es un capítulo corto y con contenido +18, no tan fuerte, tenía dudas sobre si subirlo, pero, por primera vez, me ha gustado. Espero les guste y gracias por leer. <3
LIBERACIÓN
Andrés
No sé qué hacer, por primera vez en mi vida no sé qué carajos hacer.Aitana lleva casi una hora encerrada en ese maldito baño. Y sus palabras grabadas a fuego en mi memoria se repiten una y otra y otra vez, abriéndome un enorme agujero en mi interior, prometiendo consumirme, y no de buena manera.
"No creo que sea peor que el hecho de que no pueda darte un hijo".
"Déjame".
Déjame... mi brujita había dicho que la dejara. Me destruye verla así, tan... devastada. Sabía... tenía la certeza de cuánto le afectaría no poder tener hijos, lo supe desde aquel momento en que la prueba dio negativo y ella estaba muy mal porque sospechaba que había algo mal en ella. Aún así, verlo frente a mis ojos es aún más entristecedor. La impotencia que siento porque sé que no puedo hacer nada para evitarle esto, es inmensurable.
Con temor, arrastro mis pies hasta la puerta del baño en donde se ha encerrado y me deslizo en ella, quedando de espaldas a la misma sentado en el suelo.
—Brujita, habla conmigo, por favor, por favor, no me hagas esto.
La escucho sollozar del otro lado, mi corazón se encoge.
—Sé cuán doloroso es esto para ti, y créeme, que lo comprendo, pero me duele tanto verte así, mi amor, me duele no poder hacer nada para ayudarte a sentir mejor.
Las lágrimas se resbalan por mis mejillas. La puerta se abre y yo me giro aún sentado en el suelo, Aitana se sienta quedando frente a mí, quedando unos pocos centímetros entre los dos, sus ojos rojos e hinchados me remueven el estómago.
Limpio sus lágrimas con mi pulgar y ella hace lo mismo conmigo, en vano, ambos no paramos de soltar lágrimas.
—Brujita, no me apartes, por favor. — musito con la voz entrecortada.
Ella solloza.
—Min, no puedo darte hijos, mi vientre está muerto.
Niego rápidamente.
—No lo digas así. Lo sé, no puedes quedar embarazada, pero hay mil formas más.
—Pero, yo quería concebir aquí. — toma mi mano y la lleva a su vientre — Quería que tus hijos, Andrés, crecieran dentro de mí. Y no puedo hacerlo. Y eventualmente, te cansarás de eso, porque era tu sueño ser padre.
Muevo mi cabeza, negando.
—Mi sueño eres tú, Aitana. Siempre has sido tú.
—Min. — su voz se quiebra, la atraigo a mi pecho.
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Ser tu mamá
RomanceElla lo tenía todo, una familia que la quería con toda su alma, unos padres maravillosos, su trabajo soñado, amigos leales que nunca la dejaban sola en ningún momento de su vida, un novio que la amaba por sobre todas las cosas, pero lo que más desea...