Capítulo 15: La pira de la bruja.
Tlheos raspo con su uña una vez más la corteza de la mesa, la madera era vieja, pero sorprendentemente fuerte. Una pequeña astilla había sobresalido del patrón irregular, llamado la atención de las manos inquietas del joven. La pequeña astilla cedió y creció lo suficiente como para que una larga tira se desprendiera de la madera, dejando un racimo nuevo de astilla cuando Tlheos la arranco. Miro la nueva astilla y la ataco, un ciclo nuevo.
¿Por qué se sentía como si no tuviera sentido? No podía destruir la mesa de esta manera, pero si sacaba su espada y solo la rompiera en tantos pedazos... Su espada...
El escozor fantasma de la ya curada quemadura lo llamo.
La astilla atravesó la piel debajo de la uña.
Tlheos maldijo, negándose a ceder terreno. Empujo más, la astilla entrando más, lastimándolo, pero al final, Tlheos arranco un nuevo trozo. Una gota de sangre tras otra chorreo sobre la mesa, la madera bebió la humedad, lentamente saciando su sed.
Ardelia jugaba con ellos. Tlheos ni siquiera sabía qué tipo de hechizo oscuro uso para retroceder el tiempo. En un momento estaban en la plaza del reino, Ardelia había sido decapitada, y su cabeza... su sonrisa de pesadilla, era... Vomito la primera vez que recordó. Después de eso no hubo nada, no hubo un día después, un minuto después. Solo la cabeza cayendo al suelo, rebotando dos veces dejando feas manchas de sangre.
Dionio tampoco sabía nada, su magia no pudo ver más allá. No sabía si había un día después de ese, o si este mundo en realidad era una vida paralela al que sus conciencias rebotaron. Entre tantas posibilidades, probablemente la misma Ardelia fuese la única en saberlo.
Era una agonía no saber...
"Están aquí" Dionio hablo por sobre el silencio de la habitación oscura, más aliviado de tener compañía nueva, a pesar del tipo de calaña, eso era mejor que seguir soportando a ira burbujeante del príncipe. Verlo inmerso solo le recordaba la causa, la víbora, la bruja. Le recordaba que Jesilet estaba atrapada con ella.
Tlheos se acomodó, barriendo su sangre con la manga de su camisa "Adelante"
Un grupo de cinco hombres encabezado por uno de tez morena, más grueso que el príncipe y el mago, entraron a la habitación en fila, solo el cabecilla tomando asiento, los demás aguardaban cualquier tipo de señal. Para Tlheos y Dionio fue como enfrentarse a una manada de lobos, su alfa, Calisto Strong, el nuevo alcalde de Trus.
"Majestad, pero que agradable visita" Calisto sonrió desapasionado, pero sus ojos eran de un lobo negro "Solo me da curiosidad la razón por la que me pidió vernos en secreto. Soy el alcalde de este pueblo, no veo por qué me trata como a un sucio secreto"
"Porque no necesito a Calisto Strong, que se vendió a una noble a cambio de un puñado de tierra, de un título insulso. Necesito a Calisto, el mercenario bandido que solía atacar a todo noble que viese por un par de monedas" el príncipe arqueo una ceja, su aura real, sangre divina, cerniéndose por sobre todo.
Los hombres de Calisto se erizaron, tan enojados que gruñeron maldiciones. Uno de ellos, un hombre mayor de cabello cano apretó el mango de su espada, levantándola solo una pulgada. Calisto sonrió más afilado, deteniendo las quejas a sus espaldas con una mano.
"Es por eso que detesto a los nobles, siempre tan malditamente arrogantes..."
"Irónico, viendo lo que eres ahora"
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La venganza más dulce
Random[Historia finalizada] Ardelia Mappther es la persona mas horrible que te puedas imaginar. Una hedonista cruel y que solo vive para su propio placer, capaz de manipular, torturar y asesinar con tal de divertirse. Una terrible villana en una historia...