[Advertencia, capitulo con contenido explicito sexual]
Capítulo 12: Amantes.
La tierra y el césped fueron divididos en una línea horizontal perfecta, pulverizándose en partículas dos segundos después. Jesilet volvió a arremeter con su espada, las llamas en el metal danzando al rojo vivo. Ardelia no esquivo el ataque a tiempo, sintiendo como las brasas impartían su calor en su escudo de tierra, endureciendo la arcilla y logrando agrietarla. Ardelia sonrió. Retrocedió un paso, Jesilet confundiendo el retroceso con una apertura, solo para verse abrumada cuando Ardelia avanzo cinco pasos a toda marcha, impulsando su escudo y golpeando como si de un látigo se tratase. Jesilet pensó rápidamente en como atacar en cuanto el golpe llegara y se fuera, de nuevo viéndose rebasada. Ardelia se había desecho del escudo tirándoselo en la cara. La fuerza del impacto completo la empujo con tal velocidad que termino doblando las rodillas para evitar caer. Ardelia uso su lanza y con el mango golpeo sus piernas. Jesilet cayó como un árbol partido a la mitad.
Su brazo choco y todo su cuerpo se sacudió. Jesilet mordió el polvo, literal y metafóricamente. Ella sonrió llena de júbilo.
"¿Algo divertido en tu derrota, querida mía?" Ardelia se acercó con su mano extendida. Jesilet la tomo, balanceando su espada en su mano suelta.
"Si," una ráfaga de fuego revivió desde su espada, en el mini segundo que le tomo a Ardelia notarlo y pensar en cómo actuar en consecuencia, Jesilet las jalo hacia abajo, soltando la espada, otro segundo extra, y Jesilet y Ardelia habían caído en una maraña de cuerpos, Jesilet tan sonriente como un gato travieso.
"Al fin logre atravesar tu defensa y obligarte a usar tu lanza" entono sin aliento llena de satisfacción. Ardelia la miro completamente adoradora, tomando su hermoso rostro e inclinándolo para un beso hambriento.
Era cierto, las últimas semanas iniciaron un entrenamiento más intenso para potencializar el poder de Jesilet, obligándola a través del combate real a aprovechar todo el espectro de su poder para buscar la mejor estrategia para vencer a su oponente, ¿y quién mejor que la misma Ardelia, que conocía aquel potencial, y con cada error la guiaba al camino correcto? Ardelia llevaba un escudo y una lanza bastarda, mientras que Jesilet tenía su espada, sin embargo, Ardelia no usaría su lanza hasta que Jesilet la obligara. Fueron prácticas interminablemente frustrantes para la rubia, fracasando una y otra vez en forzar a Ardelia a entrenar en serio. En el transcurso del tiempo Jesilet descubrió su mayor afinidad al fuego, imbuyéndola en su espada, un arma cargada de justicia divina. El viento, la tierra y el agua también le eran accesibles como bruja santa, pero parecía contar con una mayor preferencia en usar el fuego.
Lo había logrado al fin, Ardelia y ella estaban llegando a emparejar el campo de batalla.
Por otro lado, en donde prefería ser sometida fue en otra área más placentera.
Delia besaba como si en Jesilet tuviese el agua de la vida, y Delia muriese codiciosa por tener hasta la última gota. Su lengua trazo su paladar, adorando la manera en la estremecía a Jesilet. Beso con deseo y fuerza, con hambre y necesidad, beso hasta que Jesilet suplico por aire.
"¡Delia...!" pero la criatura siempre tenía hambre, y una sola probada ya nunca sería suficiente. Jesilet agradeció que sus entrenamientos hubiesen cambiado de ubicación al centro del bosque en donde se construyó un campo provisional, todo para evitar que el poder aún sin controlar de Jesilet lastimara a alguien, porque lo que hacían hay no era nada más que obsceno.
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La venganza más dulce
De Todo[Historia finalizada] Ardelia Mappther es la persona mas horrible que te puedas imaginar. Una hedonista cruel y que solo vive para su propio placer, capaz de manipular, torturar y asesinar con tal de divertirse. Una terrible villana en una historia...