Capítulo 7: Guerra

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Capítulo 7: Guerra




Solo fue cuestión de tiempo para que la guerra estallara, hombres contra minotauros.

El descubrimiento del cuerpo de la reina Vicilis fue tan dramático como lo espere. El príncipe incluso lloro y grito, mocos y lloriqueos por todas partes. Escuche que el shock fue tal que tuvo pesadillas por semanas, pero no estoy muy segura, estaba distraída en lo que la diosa minotaurica me dijo. Yo era desgracia, un error. Había logrado un acuerdo con eso, incluso me fascinaba el término. Pero me daba curiosidad si la desgracia que representaba también me afectaría. Ya logre desafiar las fuerzas del orden una vez, incluso sin saberlo, ¿Qué serian un par de veces más? Suspire. Regresando al presente...

"¡Mis señoritas, deben acompañarnos!" Helga nos guio al interior de la mansión.

"¿Cuándo podremos volver a jugar fuera?" le pregunte mientras las puertas se cerraban. Varias tropas del marques se reunían mientras su capitán les daba órdenes.

"... No en un largo tiempo, mis niñas" no dijo más. Jesilet y yo fuimos llevadas a mi habitación y se nos ordenó mantenernos juntas en todo momento. Sin importar qué, siempre una al lado de la otra. Asentimos y Helga nos dejó para cumplir las tareas del marquesado. Mucho personal había renunciado para refugiarse, así que faltaban manos extra.

Jesilet miro las anchas puertas cerrarse. Su preocupación se dibujó en su linda carita.

"¿Estaremos bien...?" hablo al aire, como si ni siquiera yo tuviese el control de la situación.

"¡Estaremos bien!" la abrase por detrás, acariciando su cuello con mi nariz. Jesilet se estremeció, segundos después se relajó automáticamente. Este punto, entre su oreja y la piel de su cuello, era especialmente perfecto para hacerla derretir. Punto para mí.

"¿C-como lo sabes? Dicen que estamos en guerra. Para que también tengamos que ocultarnos nosotros que estamos muy adentro del país, quiere decir que el enemigo está tomando ventaja..." chica lista. Sin duda mi influencia le está haciendo mucho bien.

"Muy simple. Estaremos bien, tú y yo, porque nos protegeré"

"¿Y los demás?"

"No me importan lo suficiente. En caso de una emergencia tomare tu mano y te salvare. Eliminare a todos con tal de tener a salvo" Jesilet trago. Cerré los ojos y la atraje más a mí, casi como una prisión que prometía salvación siempre y cuando se sometiera a mi "¿Eso te molesta?"

"No... No lo sé" la niña parecía cohibida con su respuesta.

"Mmm. Mi niña, tienes que aprender a ser más egoísta" finalmente deje el abrazo y me dirigí a la cama amplia. Jesilet casi pareció temblar cuando la deje completamente sola. Sus ojos me buscaron inmediatamente, como un niño perdido en el bosque, desesperado por la luz de una linterna. Contuve una sonrisa burlesca. Ella era cada vez más dependiente.

Me miro dubitativa. Me senté en la cama y espere a que la niña se moviera. Ella no sabía si venir conmigo o quedarse en donde estaba. No dije nada y espere a que ella tomara su decisión, que hiciera lo que quería hacer. Finalmente se movió, directo a mis brazos.

La niña se subió a la cama y me abrazo.

Ah, esta pequeña criatura me encanta. Su total devoción solo alimenta mi ego, este crece y su principal deseo es el de mimar a su fiel devoto. Extraño. Algo para evaluar después.

La venganza más dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora