Han pasado años desde la última vez que Gou vio a Satoshi. Ahora, lleno de culpa, frustración y en una profunda depresión decide olvidar aquel horrible pasado que lo rodea.
Gracias a su inteligencia y a su pasión por los Pokémon, es como logra conve...
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El sol apenas comenzaba a asomarse por encima de las montañas cuando Gou se despertó en el hotel de la ciudad. La emoción lo había mantenido despierto durante toda la noche, y aunque estaba agotado, no podía esperar a empezar su aventura en Alola.
Descendió las escaleras del hotel y se dirigió al comedor, donde el doctor Hanake le esperaba con un plato de frutas frescas y un café que olía deliciosamente.
—Buenos días, Gou—saludó con una sonrisa.
—Buenos días, doctor—contestó Gou en tono alegre.
Mientras tomaba un sorbo de su café caliente, Gou le contó al doctor Hanake sobre su entusiasmo para llegar a Alola. El doctor asintió con la cabeza mientras seguía comiendo su desayuno.
Ayer en la noche, después de leer el contenido del sobre que Tokio planeaba darle, el moreno se dio cuenta que aparentemente Satoshi vivía en aquella región y era el campeón de Alola. No sabía si era realmente él pero podría aprovechar la oportunidad e investigar un poco.
—Entonces, ¿te has preparado para tu viaje?— preguntó Hanake.
—Oh, sí. He investigado todo lo que se conoce sobre Alola y he estudiado un poco sobre los Pokémon que se pueden encontrar allí—respondió Gou, emocionado.
El doctor se levantó de la mesa y le dio un golpecito en el hombro a Gou mientras caminaban hacia la recepción.
—Bien hecho—dijo con orgullo. —Es bueno estar preparado para cualquier cosa que pueda suceder.
Luego, después de asegurarse de tener todo lo necesario, el moreno tomó un taxi al aeropuerto. En el camino, Gou revisó su libreta, en la que había tomado apuntes sobre los Pokémon típicos que habitan en Alola.
Finalmente, llegó al aeropuerto y Gou corrió hacia el mostrador de check-in. Antes de que pudiera hacer cualquier cosa, su teléfono sonó y vio que era el profesor Oak quien lo llamaba.
—Hola, profesor—dijo animado mientras respondía la llamada.
—Gou, he hablado con mi colega, el profesor Kukui, de Alola. Ha organizado un tour para ti—dijo el profesor Oak.
—¡Wow, eso es genial! Muchas gracias, profesor—respondió Gou, agradecido.
El profesor Oak le explicó que habría un chico llamado Kiawe esperándolo en la terminal de llegadas.
—Él te guiará por las diferentes zonas de Alola, así que asegúrate de estar pendiente de todo—explicó el profesor.
Gou colgó el teléfono con una gran sonrisa en su rostro. Estaba muy emocionado por la oportunidad de explorar Alola completamente. Y lo mejor de todo, es que no tendría que hacerlo solo.
Pero el verdadero motivo de su felicidad era la posibilidad tan grande de encontrarse con Satoshi una vez más.
Subió al avión y después de largas horas y trasbordando en varias ocasiones para llegar de forma segura a la región, llegó a su destino.