7. Panqueques

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Cuando salió de la ducha, revisó el reloj una vez más, esperando no haberse tardado mucho

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Cuando salió de la ducha, revisó el reloj una vez más, esperando no haberse tardado mucho.

Secó su cabello y comenzó a vestirse. Ya que en Alola el calor era insoportable, tenía que buscar otras opciones de ropa. Usar su vestimenta habitual lo mataría de calor así que comenzó a buscar entre sus maletas algo de ropa ligera, lo suficiente para no sufrir mucho calor.

Aunque no encontró lo que buscaba, le pareció buena idea ponerse una playera de tonos rojos y un pantalón corto de color oscuro.

-Después de esto, necesito comprarme ropa para este tipo de clima -susurró y cerró su maleta.

Kanto no era una región con calor ni frío extremo pero fue una mala idea traer solo ropa para el frío.

Sobretodo cuando Alola se encuentra en medio del mar.

Una vez termino de vestirme, guardó en su mochila aquella tarjeta que Lilie le había dado hace unos momentos. Esperaba que después de esto, pudiera ir a visitar aquel lugar que le llamaba tanto la atención.

Ojalá pudiera hacerlo, en compañía de Satoshi...

El moreno de ojos azules salió de su habitación, lo que llamó inmediatamente la atención de aquel chico de tez oscura que yacía acostado sobre el suelo.

Parecía no importarle en absoluto ser un obstáculo en aquel estrecho pasillo.

-Tardas más que una mujer -dijo, en tono de burla.

Gou rodó los ojos. No era la primera vez que recibía un comentario de este tipo pero está era una ocasión especial, una muy importante. No podía ir a reencontrarse con el amor de su vida en mal estado.

-Bueno, como sea -mencionó y comenzó a caminar en dirección a la salida.

Kiawe, quién notó cierta molestia en el chico, se levantó rápidamente del suelo e intentó alcanzarlo.

-Oye, solo era una broma -dijo, sonriente.

-Lo sé -respondió el moreno, manteniendo su vista fija en el fondo del pasillo.

-Veo que además de sentimental, gruñón -susurró, con sus manos tocando su nuca.

-También lo escuché -dijo el moreno, con una mirada seria.- Kiawe, en serio necesito buscar a ese chico, ¿Puedes ayudarme? -preguntó.

-Dije que te ayudaría, además soy el único en Alola que conoce las rutinas del Campeón -dijo, orgulloso.

-Entonces, empecemos -cruzó sus brazos- ¿A dónde deberíamos ir?

Kiawe se detuvo, pensando en la respuesta. No pasaron unos cinco segundos cuando chasqueo los dedos, al parecer, ya tenía una idea de su posible ubicación.

-El Campeón es bastante escurridizo, encontrarlo nos podría llevar todo el día -hizo una leve pausa- suele estar en las playas de la Isla Melemele entrenando con sus Pokémon además, si lo encuentran, suele tener batallas Pokémon con sus fans. Es un chico bastante ocupado. -aseguró.

Un Amor De Euforia | Trilogía 2 | SatogouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora