Han pasado años desde la última vez que Gou vio a Satoshi. Ahora, lleno de culpa, frustración y en una profunda depresión decide olvidar aquel horrible pasado que lo rodea.
Gracias a su inteligencia y a su pasión por los Pokémon, es como logra conve...
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Satoshi lo miró, confundido ante la declaración de Gou.
- ¿Mi pasado? ¿Sabes por qué no recuerdo mi niñez? - Gou asintió - Mi madre siempre me contó que fue malo, trágico y que casi consumió mi alma... ¿Es verdad?
Gou lo miró perplejo. La señora Ketchum había tejido una trama de misterio en torno al pasado de su hijo, evitando selectivamente que recordará algunos sus recuerdos. Sin embargo, Gou estaba seguro de que ella había intentado proteger a Satoshi, pero ¿habría sido a costa de alejarlo de lo que más amaba?
- No exactamente.
El azabache ladeó la cabeza, con una curiosidad mezclada con inquietud.
- Por favor, te contaré la verdad - Gou colocó su mano sobre la de Satoshi - pero debes escucharme.
Los ojos del azabache se encontraron con los del moreno. Esos ojos azules resultaban extrañamente familiares y llenaban de armonía y serenidad el espacio entre ambos.
- Tus ojos... - comentó Satoshi - los he visto antes...
Las palabras de Satoshi llenaron de esperanza a Gou. Si le contaba la verdad, ¿podría romper el sello que bloqueaba sus recuerdos?
- Satoshi - susurró su nombre con dulzura - Nos conocimos en aquel día lluvioso cuando tu madre me ofreció refugio bajo su amparo. - Hizo una leve pausa - Tú llegaste poco después, ese fue nuestro primer encuentro...
- Entiendo, pero ¿por qué no puedo recordar eso? - Gou se armó de valor y acercó su rostro al de Satoshi, sujetando su cabeza.
- Yo... soy responsable de eso - confesó con la mirada baja.
- ¿Qué? - preguntó, confundido.
En sus ojos de Gou, Satoshi vio el instante en que alguien huye desesperadamente. ¿Por qué siento la necesidad de seguirla? Algo dentro de mí me dice que debo alcanzarla...
- Yo, fui responsable de que perdieras la memoria - confesó, dejando escapar el peso de la verdad.
Los latidos del corazón de Satoshi se aceleraron, y eso preocupó a Gou. Intentó calmarlo, sosteniéndolo con delicadeza.
- Estabas ahí - mira al moreno - ¿Por qué huías? Solo intentaba tenerte en mis brazos... - las palabras de Satoshi quedaron flotando en el aire, sorprendiéndolo a él mismo por lo que había dicho.
- ¿Lo recuerdas? Esa noche, fuiste atropellado pero, por fortuna, sobreviviste al accidente aunque recibiste un fuerte impacto en la cabeza que provocó la pérdida de memoria - aclaró.
Satoshi quedó perplejo, procesando toda la información recibida.
Gou temía la reacción del azabache. La ansiedad lo corroía, pero creía que Satoshi merecía conocer la verdad.
- No entiendo, ¿por qué...? - Satoshi lo miró fijamente.
- Es difícil de explicar... - Gou se rascó la nuca, sin evitar el nerviosismo - ahora sabes que tuviste un accidente y perdiste la memoria...
