Capítulo dedicado a mi querida lectora: ladiesixx, quien ha sido fiel a esta novela y siempre está pendiente del destino de los personajes ♥️
Lo primero que vio Foxy al abrir sus párpados la mañana siguiente, fue la mitad de una cama vacía, sin señales de haber sido usada por Duff anoche. No tenía idea de dónde estaba él, pues después de la discusión había desaparecido en su vehículo a quién sabe dónde. Anoche tuvo la ingenua esperanza de que volvería a casa para remediar lo ocurrido, pero no fue así; se quedó dormida esperándolo.
Dio una vuelta hacia el otro lado para rebullirse en sus lágrimas, pero para su sorpresa encontró una caja aterciopelada de color azul y una nota sobre la mesita de noche que frenó el inicio de su llanto.
Estiró el brazo y abrió el papel.
"Aunque haya pasado el tiempo sobre tu forma de ser, siempre serás magnífica para mí. Perdóname.
—Duff"
Abandonó el papel sobre la cama y abrió la cajita. El collar de candado que Duff compró ayer quedó al descubierto, simbolizando con su brillo una petición de reconciliación. Sus labios compusieron una sonrisa. El dije significaba mucho para ella y él lo sabía.
Supo que sí había vuelto a casa y que seguro había dormido en el sillón del primer piso. Bajó las escaleras para hablar con él.
Duff estaba de espaldas a la escalera, con toda su concentración puesta en el pan que estaba a punto de salir de la tostadora, cuando Foxy lo sorprendió ubicándose a su costado derecho.
—Buenos días —murmuró ella.
Giró la cabeza en dirección hacia su voz; Foxy lo miraba desde lo bajo de su estatura, con el cabello rubio cayendo sobre su pecho como un lío y con sus largas pestañas enmarcando el brillo cristalizado de sus ojos.
—Foxy... —Abandonó lo que estaba observando para prestarle atención a ella—. Foxy, perdóname, por favor. Ayer fui un tonto contigo, no debí haberte hablado así. Soy un idiota, un estúpido, un imbécil.
Ella cabeceó en silencio, en señal de estar de acuerdo con sus afirmaciones.
—Fuiste injusto conmigo.
—Lo sé —lamentó, agachando la cabeza.
—¿Por qué?
Duff supo que ser sincero era lo único que podía hacer, así que soltó aire por la boca y le explicó aquello que el vodka le ayudó a resolver anoche.
ESTÁS LEYENDO
El Chico Zeppelin 2 | 𝕯𝖚𝖋𝖋 𝕸𝖈𝖐𝖆𝖌𝖆𝖓 ©
Fiksi PenggemarLos Ángeles, 1993. La decisión de Florah permitió que Duff por fin cumpliera sus sueños: reventar escenarios en una ambiciosa banda de rock. La gira, los excesos y la apoteósica banda sirvieron de consuelo durante los primeros años de su ausencia, p...