Jodido Bikini - Jensoo

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–Sin embargo, fue Yunjin la que hizo un esfuerzo consciente por romper con la forma en la que había sido educada –apuntó Jisoo.

–¿Quieres decir que yo no?

Jisoo se encogió de hombros –Te has hecho abogada.

–Pero practico un derecho completamente distinto al de mi padre –protestó Jennie. Jung secó un vaso con gesto ausente y Jennie saltó– ¿Qué insinúas, que todos los abogados son iguales? Te equivocas. Yo trabajo con niños.

Jisoo lo sabía, y no estaba dispuesta a mostrarse impresionada.

–¿Crees que tu heroica campaña en defensa de los niños compensa tu fama de me acuesto con todos?

–¿No es así? –preguntó, riendo.

–Probablemente lo haces para mostrar tu lado sensible y conquistar a las mujeres –dijo Jisoo.

Jennie soltó una carcajada.

–Es un interesante punto de vista. Nunca lo había pensado de esa manera –se encogió de hombros– En cualquier caso, al menos habré hecho algo que valga la pena. ¿Dar de beber a jóvenes de fiesta es productivo?

Jisoo se sintió ofendida, pero respondió con calma –Ayudar a la gente a relajarse es una habilidad.

Jennie arqueó las cejas –No estoy segura de que consigas relajarlos.

Jisoo la miró y notó de nuevo la fuerza de la atracción que había entre ellas.

–¿Sigues en la universidad o has acabado? –preguntó Jennie, rompiendo el silencio a la vez que ojeaba una pila de postales que había en la barra.

–Estoy estudiando a tiempo parcial.

–¿En qué?

–Una doble licenciatura en derecho y comercio.

–¿Para convertirte en una avariciosa capitalista como mi padre? – bromeó Jennie. Y Jung pensó que se lo tenía merecido– ¿Te gusta?

–Mucho.

–¿Y qué planes tienes?

–Espero conseguir un trabajo en una de las empresas punteras.

–¿En qué te vas a especializar? — Jennie seguía cuestionando.

–En derecho corporativo.

–¿Te refieres a la banca, a ayudar a empresas a absorber a otras para hacerte rica en el proceso?

–No hay nada malo en querer ganar un buen sueldo –Jisoo fue a atender a unos clientes.

Era lógico que la privilegiada hija de un hombre rico no comprendiera su deseo de alcanzar una buena posición y comprar una casa, no para ella, sino para sus padres.
 
 
  
  
  

Notó la mirada de Jennie clavada en ella. De reojo, y cuando ella no se sabía observado, la sorprendió con expresión cansada. Pero no se fue, ni siquiera cuando el bar empezó a vaciarse y bajaron la música. En diez minutos, se encenderían las luces.

Jennie le hizo una señal para que se acercara.

–Se me estaba ocurriendo que podríamos servir copas especiales en la fiesta de Yunjin –comentó.

Así que seguía allí para planear la fiesta de su hermana y no para observarla.

–¿Ves? –dijo Jisoo, disimulando la decepción que sintió– Puedes organizar la fiesta tú sola.

–Necesito tus habilidades –dijo– Yo no sé prender fuego a las copas.

–¿Quieres que invente un par de cócteles inspirados en ella?