Jodido Bikini - Jensoo

👙O.18👙

Cuando amaneció la mañana de Navidad, Harley obligó a sus doloridos pies a dar un paso más, y llamó a la puerta.

La mujer que ella hubiera querido como madre abrió; la mujer por la que había caminado durante horas, y con la que quería quedarse; la mujer que había sido más cariñosa con ella que ninguno de sus familiares.

–¿Crees que podrá ser? –preguntó Jennie cuando ella la estrechó en un fuerte abrazo.

–No lo sé. Pero vamos a intentarlo –contemplaron juntas el amanecer y entonces ella volvió hablar– Tenemos que llamarlos. No es justo que tus padres estén preocupados.

Harley cerró los ojos, pensando que la vida era injusta. Pero asintió.

–Mira qué hermoso día va a hacer, Harley –dijo Jisoo, pasándole el brazo por los hombros.

Harley hubiera querido que el tiempo se detuviera, poder quedarse para siempre donde estaba.

–Encontraremos una solución, Harley, te lo prometo.

En las noticias de la mañana se mencionó que el chico que había desparecido había sido localizado sano y salvo. Jisoo habría querido llamar a Jennie y averiguar si era verdad que todo estaba bien, pero no le pareció oportuno. Y además, había algo que tenía que hacer con urgencia.

Exhausta por falta de sueño, Jisoo avanzó hacia la puerta de sus padres. Había soñado con llegar la mañana de Navidad y regalarles la escritura de una casa envuelta en un lazo, pero tendría que esperar otro año.

Jennie tenía razón al decir que les había mentido, a ellos y a sí misma, respecto a lo que verdaderamente quería. Y si mentía, era por temor a decepcionarlos.

Se sentó en el sofá y les contó todo, que había perdido la beca, que tenía dos trabajos además de acudir a clases durante el verano, que quería conseguir lo mejor para ellos.

Sus padres se mostraron horrorizados, pero no por la razón que ella temía.

–Jamás consentiríamos que te sacrificaras por nosotros –dijo su madre– Estamos bien aquí.

–Nunca nos has decepcionado –dijo su padre–. En todo caso, sería al revés. Te hemos cargado con la responsabilidad de nuestras propias expectativas, y eso es injusto.

–Ahora entiendo que estés tan delgada y tan cansada –continuó su
madre, frotándole el hombro– Nosotros solo queremos que seas feliz.
¿Qué te haría feliz, Jisoo?

Muchas cosas. Una de ellas la comprensión de sus padres. Lo demás,
era inalcanzable.

–¿Podrías esconder todas esas fotos de mí recibiendo premios? – preguntó, riendo, a la vez que se prometía concentrarse en el futuro.

–¿Te molestan? –preguntó su madre, asombrada.

Jisoo asintió y entre los tres las descolgaron. Pronto llegaron sus
primos y celebraron la comida de Navidad. Cuando el día ya acababa, Jisoo
tomó el tapón de una botella y por primera vez en mucho tiempo, quiso
convertirla en algo divertido.
  

   

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Jennie llegó casi dos horas tarde a la obligada comida de Navidad con sus padres. Las llamadas entre Harley y su madrastra y los abogados de sus padres se habían prolongado durante horas, hasta que alcanzaron una solución. Harley podía pasar el día con su madrastra, y por la tarde vería a sus padres por separado.