👙O.16👙

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Jisoo acudió a su casa cada noche, y todas fueron iguales pero diferentes.

Jennie disfrutó de la aventura de conocer mejor a Jisoo, de aprender lo que le gustaba, sus secretos ocultos. Pero nunca tenía suficiente tiempo. El sexo frenético era seguido de un breve descanso y continuado con el sexo romántico de la mañana. A veces comían juntos en diez minutos, antes de que ella fuera a un juicio o ella a una clase. Y diez minutos no bastaban. Jisoo
vivía intensamente cada segundo, pero sentía que era como confeti que se le escapaba entre los dedos, mientras que Jennie parecía decidido a sacar el mayor provecho del limitado tiempo con el que contaban.

Jisoo se desperezó en su gigantesca cama, despertando con la sensación de que solo se había dormido hacía cinco minutos. Podía oír el murmullo de la voz de Jennie, discutiendo algo relacionado con un caso. Sonrió perezosamente. Sonaba tan profesional mientras citaba la ley literalmente... Lo raro era que mantuviera esa conversación tan temprano.

Jisoo se sentó y miró el reloj. 

No era pronto, sino que estaban en mitad de la noche, así que, efectivamente, había dormido solo unos minutos. Salió de la cama y, envolviéndose en una toalla, fue de puntillas al vestíbulo. Al ver luz en el despacho, se detuvo en el umbral de la puerta.

Jennie estaba de pie, junto al escritorio, con el cabello despeinado, sin siquiera un aro en el y con ojeras. Seguía hablando.

Jisoo volvió al dormitorio para no interrumpirle ni quedarse a escuchar a hurtadillas. En el silencio de la noche, se percibía el tono de preocupación con el que Jennie hablaba. Jisoo esperó un largo rato a que volviera, pero cuando, después de que se hiciera el silencio y la conversación se hubiera acabado, vio que no aparecía, saltó de la cama, súbitamente inquieta.

Desde la puerta vio a Jennie sentada ante el escritorio con gesto de profunda preocupación. A menudo había notado lo cansada que parecía cuando creía que nadie le observaba y cómo, en cuanto alguien reclamaba su atención, se colocaba la máscara de encantadora animación. Y Jisoo no quería que se la pusiera para ella. 

¿Por qué necesitaba proyectar una imagen que no siempre era ella? ¿Cómo no se daba cuenta de que reproducía lo mismo que odiaba en sus padres?

–¿Jennie? –susurró al ver que ocultaba el rostro entre las manos. Fue
hasta ella y la abrazó– ¿Qué sucede?

Jennie guardó silencio hasta que, con un profundo suspiro comento –Las Navidades son un mal periodo para muchos de mis chicos.

Oírle usar el posesivo enterneció a Jisoo.

–¿Ha pasado algo?

–Harley ha huido.

Jisoo se mordió el labio. Se trataba de algo muy serio –¿Quién es Harley?

–Una de mis clientes. Sus padres se separaron hace un tiempo, y las cosas nunca han sido fáciles. Su padre tuvo otra pareja, con la que no llegó a casarse, pero también han roto –suspiró de nuevo– ¿Qué crees que es peor, que se peleen por ti o que ni siquiera piensen en ti? –miró a Jisoo– ¿O cargar con las expectativas, los sueños y las ambiciones de generaciones anteriores?

–Depende –dijo Jisoo sacudiendo la cabeza.

–Tienes razón –dijo Jennie abatida– Debía haberlo adivinado. Sabía
que había faltado al colegio y que no había visto al psicólogo... Pero en...

–No eres su madres Jenni-ah.

–Soy su abogada, y debería saber qué quiere.

–¿Y lo sabes?

Jodido Bikini - JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora