Encuentro del destino ~ZhanCheng/ChengZhan~

Atraccion

Habían pasado algunos días más antes de que Lan Zhan le pidiera al menor que volvieran a intentar activar el amuleto, a pesar de la renuencia de Jiang Cheng debido a las reacciones del mayor, sin embargo, el de blanco le aseguro que esta vez se comportaría debidamente, así que confiando en su palabra el menor se reunió con el alfa, intentaba entrar en meditación, sin dejarse llevar por el aroma de Lan Zhan que tanto le gustaba para no dejar que el suyo se dispersara, aunque le estaba siendo difícil, el aroma fresco del sándalo de inmediato causaba un efecto en el, si estaba inquieto lo calmaba, si estaba tenso lo relajaba, así que optó por concentrarse en el aroma del incienso de ciruelos que le gustaba a Lan Zhan, su aroma era como el de su hermano de armas, de inmediato sonrió con nostalgia, extrañaba mucho a sus hermanos y su hogar.

Por su parte Lan Zhan lo había convencido de volver a meditar juntos porque quería comprobar por sí mismo que tanto le afectaba el aroma de su prometido y ver qué podía hacer una vez entrando en meditación profunda, sin embargo al darse cuenta de que estaba pasando el tiempo y el aroma de lotos no se intensificaba abrió los ojos y noto que Jiang Cheng seguía tenso y esta vez el amuleto no estaba ni parpadeando, suspiro negando y miro al menor.

-Ni siquiera lo está intentando Jiang WanYin, concéntrese- dijo el mayor un tanto molesto a lo que el menor solo suspiro con desgano.

-Lo estoy intentando... - replicó mirando al mayor quien frunció levemente el ceño, le tomo atención al atuendo del alfa y suspiro al ver que estaba usando la ropa que le había regalado, le quedaba perfecta y se veía elegante con ella, al menos eso sí lo había hecho bien - intentémoslo una vez más, encenderé más inciensos - dijo el menor levantándose, apagó los inciensos de Sándalo antes de que siguieran consumiéndose y encendió más de los de ciruelo llenando el aire con aquel aroma característico de Wei Ying, quizás con eso no se dejaría llevar y Lan Zhan podría concentrarse.

Sin embargo, contrario a la intención de Jiang Cheng ninguno pudo entrar en la meditación profunda, el omega solo podía añorar ver de nuevo a sus hermanos, los tres tenían un aroma floral, YanLi tenía un aroma de fragantes jazmines, Wei Ying el de la flor de ciruelo y Jiang Cheng el de lotos, por lo que el omega añoraba también el aroma de su hermana mezclándose en la armonía floral que tenían los tres.

La parte alfa de Lan Zhan estaba desesperada buscando ese aroma a lotos que tanto lo inquietaba y ansiaba aspirar, sin embargo solo estaba ese intenso aroma de ciruelos que aunque le encantaba no hacía que su alfa se tranquilizara, sabía que esa no era la esencia que le gustaba por naturaleza, no entendía porque Jiang Cheng no dejaba salir su aroma, por lo que un poco frustrado y en un acto de desesperación, Lan Zhan liberó de golpe una gran cantidad de feromonas impregnadas con un fuerte aroma de Sándalo, el menor al sentir aquella ráfaga se sintió aturdido y tembló cayendo al piso, su instinto omega se sintió vulnerable y su aroma se liberó sin que él pudiera controlarlo, en cuanto menos se dio cuenta tenía a Lan Zhan sobre él con las pupilas dilatadas.

-Omega...- gruñó el de blanco olfateando el cabello de Jiang Cheng manejado por sus instintos, el alfa de Lan Zhan al fin había encontrado ese aroma que por naturaleza lo llenaba, era delicado, ligeramente dulce y deleitante.

Jiang Cheng solo podía sentir la nariz del mayor rozando su piel hasta que llegó a su cuello y se sintió más nervioso, intentó moverse o decir algo pero más parecía una presa a punto de ser devorada, jadeo sonoramente al sentir el cuerpo del alfa más cerca de el suyo, sacando fuerza de no sabía dónde empujó al mayor por el pecho y se alejó de él tratando de tomar en control de sí mismo.

-Lan WangJi ¿que está intentando hacer? ¿Está intentando hacerme entrar en celo o usted está entrando en su rut? - pregunto el menor abriendo con rapidez las ventanas para que el viento dispersara las feromonas a su alrededor, Lan Zhan por un momento pareció confundido, sus pupilas volvieron a contraerse y miró a Jiang Cheng que estaba entre nervioso y asustado, no era eso lo que quería que sucediera.