Encuentro del destino ~ZhanCheng/ChengZhan~

Cuidados

Lan Zhan se estaba haciendo cargo de su enfermo compañero sin dejar de vigilarlo constantemente, al igual que se recostaba con él para que su aroma lo calmara, el segundo día que el menor continuó indispuesto fue igual de confuso para él, de repente confundía la realidad con sus delirios sin distinguir si en verdad estaba pasando o si estaba soñando, y hablaba cosas que a Lan Zhan le parecían curiosas, pero eran secretos que Jiang Cheng guardaba celosamente del Lan a propósito, cosas que no le decía para no hacerlo enojar.

- Cuando reconstruimos Muelle de Loto yo también hice que pusieran un corral detrás de la casa principal para que allí tengas a tus conejos A-Zhan, tal y como Lan gege tiene los suyos ¿recuerdas que te prometí que podrías llevarte a los que quisieras? Esperaba mostrartelo cuando me visitaras... pero se que estas ocupado y por eso no has podido ir - dijo el menor justificandolo neciamente, mientras jugaba con zidian en su mano, el alfa habia intentado quitárselo para que no se fuera a activar por error pero el anillo nunca salio, aun asi el arma no se habia activado lo cual le daba alivio al Lan.

-También hice que pusieran un salón de música para tu uso, ese es uno de mis regalos de bodas para ti, esperaba que lo recibieras contento cuando te lo mostrará después de casarnos, ¿por cierto te han gustado los regalos que te envié? Aunque casi no usas los adornos que te mande, si no te gustaron puedes decirme y los cambiaremos por unos que sean de tu agrado - dijo el menor sonriendo con timidez, Lan Zhan estaba sorprendido de oír todo aquello, a decir verdad aquellos ornamentos le habían encantado pero como habían sido regalo de Jiang WanYin solo los apilo en la sala de tesoros con los otros regalos que este le enviaba, a veces ni siquiera los abría y los almacenaba en las cajas donde le habían llegado, se preguntaba qué más le había regalado, quería regresar lo más pronto posible para recuperar sus regalos y usar todo lo que su prometido le había enviado.

-La última vez que intentamos meditar se te cayó esto, vi que estuviste bordando una túnica de bebe, este pañuelo, ¿lo bordaste tú también? - preguntó el alfa sabiendo que se estaba aprovechando de Jiang Cheng en todas sus letras, pero ya había perdido mucho tiempo y esta era su oportunidad para saber más de él.

-Pensé que lo perdi en algun lugar, gracias por recuperarlo - dijo el menor tomando el pañuelo pasando sus dedos por las flores bordadas - si, también lo borde yo, tambien borde el pañuelo azul que te envie, el que tiene la nube con el conejito blanco - mencionó el menor pero el alfa no recordaba dicho pañuelo, quizás era uno de esos regalos sin abrir, Jiang Cheng noto la mirada de confusión del mayor y suspiro con derrota.

- Oh... creí que si te había gustado, eso explica porque no lo usas... había pensado bordarle un loto tambien pero crei que te recordaria mucho a mi y eso no te agradaría... pensé en bordarle una flor de ciruelo también pero no pude, me dolía mucho así que terminó siendo una nube por los patrones de tu secta... que lastima - dijo el menor doblando su pañuelo dejándolo en la mesita de su cama, Lan Zhan tenía mucha curiosidad de saber cómo era que el menor sabía tanto de él.

-¿Cómo sabes lo que me gusta? - sabía que estaba haciendo mal al interrogar así a su prometido pero tenía demasiada curiosidad de saber cómo es que lo conocía tanto, si era tan hermético con él y nunca le decía nada.

-Porque se observar... y se escuchar... cuando comes veo que eliges y lo que dejas de lado o le haces gestos, se que en tus reglas se ordena no ser quisquilloso con la comida pero aún así veo lo que estás más dispuesto o renuente a comer, además Wei Ying me dice si algo te hizo enojar o no te gusto y lo evito hacer... también le pregunté a tu hermano algunas cosas... y él me dijo... quería sorprenderte... que vieras que no solo son palabras, que realmente me importas... aunque yo no a ti - las manos de Jiang Cheng temblaban mientras miraba algo ido hacia la ventana, tenía razón, siempre lo hacía sentir de esa forma, se acercó a él para abrazarlo y lo acuno en su pecho viendo el cabello trenzado del menor contrastar con la túnica blanca para dormir que traía puesta.