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Nos tomamos dos minutos para esperar de que el chef no entre y nos encuentre, sentimos el alivio cuando nadie cruza la puerta y los pasos se alejan. Anne muerde su labio, no me resisto a ese movimiento y uso mi pulgar para liberarlo. Mis ganas de subirla a la mesa y hundirme entre sus piernas hormiguean en mi cabeza. Siento esa punzada dolorosa, gruño bajo por lo que mejor le hago una señal con la cabeza para salir de ese lugar con el pastel en manos.
Ayudo a encender las velas y después de ahí nos separamos, todo el equipo de Chester rodea a Richard y a Antony. Myriam me toma del codo para que también me una y no me quede fuera de la acción.
Es extraño como me han incluido como una persona normal, aunque saben que si las cosas se ponen mal tengo a mi equipo de seguridad esperando en el estacionamiento.
Quiero tocarla, abrazarla y volver a besarla. Quiero que sea mía, soy tentado a rodear esa pequeña cintura y llevarla a mi pecho. Mi mente juega conmigo creando la escena en la que recorro con mi nariz ese cuello largo y blanco. Maldita sea ¿qué me está pasando?
La miro, está nerviosa. Estoy seguro de que sus mejillas rosas la han delatado. El ruido de los aplausos nos hacen girar al hombre que ahora esta en medio del círculo. Antony levanta su cerveza y comienza a hablar.
—¡Chester! Quiero darles las gracias por habernos preparado esto. Como jefe y dueño quiero decirles que los considero como mi familia, Richard vienen cosas y proyectos muy buenos para ti en el futuro— miro a Anne que mantiene una sonrisa de oreja a oreja al ver a su hermano y su cuñada—, estoy seguro que harán un excelente trabajo.
Quiero entender un poco a lo que se refiere con nuevos proyectos, y del como el jefe pasa la vista de Richard a Anne.
El hermano levanta su cerveza y todos lo imitamos dando un trago a nuestra bebida, los ojos verdes de Anne me encuentran y no puedo evitar sonreírle.
Escuchamos pasos en la entrada y giramos a ver, Zack entra sacudiéndose del frío y quitándose la chaqueta, todos nos congelamos a verlo.
—¿Comenzaron sin mí?
Todos lo bullean y este da pasos largos para felicitar a los dos hombres del pequeño festejo y unirse. Me voy con Alex a la barra para pedirle otro trago y observo como mi amigo va y se detiene con la chica a la que no le puedo quitar los ojos de encima. Por un segundo mi mal humor aparece pero lo reprimo cuando Zack viene conmigo.
—Llagaste cabrón.
—Por lo que veo— mueve la cabeza mirando en todas las direcciones —. No te ha costado adaptarte y te han recibido muy bien— me da un codazo—. Aunque reconozco que estás haciendo un esfuerzo por codearte con nosotros, los simples mortales. Bendita motivación que encontraste.
—No digas locuras, soy una simple persona. Me gusta estar aquí. ¿Qué te paso? ¿Qué te hizo arrepentirte y llegar de último momento?
