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—¿Liam? —murmuro contra su pecho. El frió de su chaqueta me provoca un escalofrío. Siento como sus labios hacen contacto con mi coronilla.
Sus brazos están por convertirse en mi lugar favorito, en mi refugio. Alzo la vista y él ya está mirándome de una manera protectora. Hay una respuesta en su silencio, gesticula un "nada". Pero no le creo, hay algo mas. —Jugaste bien.
Su risa es como música para mis oídos, me vuelve abrazar y sus brazos suben hasta mis hombros.
—¿Te parece? Metí la pata varias veces. En el medio tiempo Murphy no paro de gritarme. Malcom salvo mi trasero— me encojo de hombros, ni siquiera noté su deficiencia.—¿Te divertiste en el estadio?
—Mucho. Gracias, Lenny no paro de gritar—. Titubeo por obvias razones, me alejo y abro la puerta. — ¿Quieres entrar? ¿Un poco de café para mitigar la fría noche? — niega
Su silencio me esta matando, me abrazo a misma como si fuera una barrera.
—Liam. Me estás asustando— jala mi mano y vuelvo a chocar con su duro pecho.
Acuna mi rostro y pasa un mechón de cabello detrás de mi oreja, es tanto el acercamiento que mi calor corporal se eleva.
—Solo necesitaba verte, saber que estuvieras bien— su voz ronca me hace gravitar, y lo miro confundida.
—Estamos bien. Con Emma solo fue un pequeño susto. La estuve monitoreando de la fiebre y ahora descansa ¿Paso algo con Leo?— niega— ¿con tus padres?
—Ninguno, solo necesitaba estar aquí. Yo— mira a la oscuridad— no debería, estoy invadiendo tu espacio y tu privacidad.
Su rostro se acerca al mío y siento sus labios rosar mis labios y mi mejilla.
Pienso que lo va a hacer pero prefiere besar mi frente.
—Debo irme.
Quiero que se quede mas tiempo. Que me haga compañía mientras bebemos café o que se yo. Soy tan cobarde como para pedirle que pase mas tiempo aquí.
Cuando parece que va a dar un paso atrás y marcharse, me coge del cuello y acuna mi mejilla con su otra mano. Dejándome sin aliento por el delicioso beso que me da. Mis rodillas quieren ceder. Liam Crawford me esta dando uno de los mejores besos de mi vida, es adictivo e irracional. Esta lleno de deseo y al mismo tiempo de dulzura.
—Estás a salvo—dice para mas para él que para mí con los ojos cerrados. — Descansa.
Veo su espalda alejarse y subir a su camioneta. Dejándome con el corazón acelerado.
