Estoy recostada con la cabeza en las piernas de mi amiga mientras le cuento todo lo que sucedió la noche de ayer. Antes de iniciar una tarde ajetreada en limpiar nuestras habitaciones.
—¿Qué le viste? A parte del nombre y del enorme— la miro mal—. Ego.
—Se abrió conmigo y lo sentí sincero. Me sentí poderosa. Confiada yo misma, la antigua yo que estaba muy debajo de mi piel, con él volvía a salir.
Reniega y se sopla un mechón que cae sobre su cara.
—Piénsalo de la mejor manera posible: aquel que se cruza en tu camina es por algo.
—Y me dejara una enseñanza. No me digas— me enderezo.
—Es una cursilería pero en parte tiene razón. Sigo sin creer que él haya hecho esto. Te mimada, te enviaba flores al trabajo, hasta yo me estaba enamorando de él.
—No me enamoré— corrijo de inmediato.
—Si eso tú lo dices— sonríe. —Vivimos en la misma ciudad el puede mover un dedo y encontrarte, y si es como lo pienso, sobre que esa llamada tiene un motivo en particular, el al final te encontrara. Él no es mi ex que tuvo que contactar a mi mamá para saber de mi, encontrara los medios suficientes para dar contigo.
—Idiota. Descarado después de lo que hizo con que cara va y buscas a la que fue tu suegra. ¿Continúan sus llamadas?
Asiente y hace un mohín con los labios. —De quién sabe quién consiguio mi número. Sin vergüenza. Los dos son unos idiotas.
—Creo que estamos de mal de amores. Tú podrás contarles a tus nietos del como te libraste de un poco hombre que te fue infiel y aun así quiere que vuelvas a tu lado.
—Y tu que te metiste con el bombón del soccer.
Ruedo los ojos. —¡Basta! Estamos hablando de ti. Quiero ahorcar a tu ex.
—Yo más— se mira las manos.
—¿Cómo te sientes después de haber tenido contacto con él de nuevo? — rompo el silencio.
—Me molesta su atrevimiento. Me hierbe la sangre y quisiera— tuerce los dedos en forma de apretar un objeto imaginario—haber cobrado venganza. Es extraño pensar como una vez llegas a amar a una persona con todo tu alma y en menos de unos cuantos meses terminar odiándolo a muerte. No tengo claro mis sentimientos hoy. No te digo que quiero volver con él, solo extraño lo que fuimos y recordar momentos.
—No vuelvas con él. Puede que este moviendo cielo mar y tierra desde Londres, pero no significa que debas perdonado.
—Ni de loca. Es una promesa.
—Que bueno que lo dices porque sino te desheredo.
Me regresa la pregunta —¿Cómo te sientes tú?
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CHAMPION (EN PAUSA)
RomanceCuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino. ©Todos los derechos reservados