9.-MI ANTIGUO YO

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Golpeo mi frente en una pared de la cocina

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Golpeo mi frente en una pared de la cocina.

—¿Están seguros de que le dijo eso?

Miryam y Alex asienten. En ocasiones odio a Richard y su lado de hermano sobre protector de hermanas indefensas. Es de los hermanos mayores que creen que una sigue teniendo 15 años.

Esa frase tan conocida sacada de no se que película a sido su lema desde que le presente a mi primer novio en la preparatoria. Creo que Liam va a salir huyendo después de eso y no debido a mi tormentoso pasado.

—Ya no quiero salir. Soy un adulto, tengo 27 años, mi hermano no puede ir protegiéndome toda la vida.

Estoy haciendo un berrinche en plena entrada de la cocina, con toda la clientela afuera esperando sus cenas.

—Anne.

Pego por última ocasión mi frente a la pared, deseo no escuchar que Liam se ha ido.

—Por la reacción de Liam no lo tomo tan mal— cierra un ojo al escuchar a mi amiga —, tómalo con calma. Él ya sabrá que no eres una mujer con la que debe jugar.

—Yo mismo lo he hablado con él. No quiero jugar, Miryam, no soy un partido el cual jugar, solo soy yo. Quiero su amistad.

Alex, el hombre de mas de 1.85 metros se cruza de brazos. —En eso te equivocas, tú quieres proporcionarle eso pero él no busca tu amistad pequeña.

—Es lo único que le puedo brindar Alex.

—Eso es lo que tu crees— da un paso y me da un empujón para que recobre la compostura—. Ve y sal, haz como si no supieras nada de lo que te hemos contado y rápido antes de que se canse de esperar.

Me llaman dentro y cojo una parte de la cena que estoy por entregar.  Paso a lado de Liam y Zack que están encharcados en una plática con un cliente que se les a unido. 

Una hora mas rondando por las mesas y atendiendo clientes termino en la barra con mi hermano a lo lejos. 

—Te espero afuera— Zack le da un golpe en el brazo y se levanta para mirarme a mi—, nos estaremos viendo esta semana— me guiña un ojo.

Su compañero suelta un gruñido.

—Hasta luego— digo con suavidad. 

—Debo irme, mañana tengo una reunión con mi personal a medio día y debo ponerme de acuerdo con mi asistente sobre la agenda de la semana—me quedo callada—, dime que lo pensaras— asiento.

—Me quedan cuatro días para responder esa propuesta.

Quisiera rodear a barra y darle un abrazo. 

—Buenas noches señorita y no olvides recoger tu cena— me guiña un ojo y se marcha.

Y en esa experiencia se resume mi noche, recoger mi cena por cortesía del famoso jugador e ir directo a casa de mis padres y pasar las pocas horas dormida a lado de Emma.

CHAMPION (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora