Te Escucho

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Vegas el día que fue por Pete había mirado marcas violáceas en sus manos cuando se agarro del marco de la ventana.

No pasó por alto en ningún momento cuando sobaba disimuladamente su dorso, pero aún así con sus manos lastimadas acarició las suyas para que el frío no pasara a el.

¿Repetiría que era el jodido cielo?

Si.

Obtuvo una imagen más clara cuando su mano tomó la de el y las dejó reposando en su muslo.

Sabía quien era el responsable, no tenía que darle vuelta a nada porque solo una persona sería capaz de golpearlo de ahora en adelante.

Su papá.

No quiso hablar del tema porque no quiso incomodarlo, mucho menos apagar la diversión que estaba teniendo y decirle algo de lo que no decía por alguna razón.

Habían salido de la escuela hace poco pero se separaron al ir a casa, conversando sobre cosas sin importancia pero escuchando la risa de Pete por las historias más tontas de Vegas.

No estaba listo para que los miraran juntos, sin embargo sabía que la pasaban bien y eso para el era más que suficiente. Le gustaba su compañía porque era sincera y porque su persona en si le encantaba.

Pete le gustaba como para tenerlo con el.

Besarlo y consumir todo porque sentía que no era suficiente. En algún punto de sus pensamientos sabía que estaba mal querer tener todo de su gatito, pero no era capaz de retenerse.

Entonces realizó algunas llamadas, un contacto le pasó el número de otro contacto y la información que ocupaba llego a su número de teléfono.

Sabía lo necesario para que lo dejara en paz, solo era cuestión de actuar.

Salió de casa yendo donde Kinn, ese grupo era quienes se reunían especialmente por una causa que los molestaba, no ocupaban sus métodos a inocentes.

Los usaban en contra de personas como lo eran el papá de Pete.

Hipócrita y sin razón que hería a su muñequito.

—¿Qué planeas? —preguntó Jeff.

—Mandarle una advertencia —no sería nada más que eso si hacía caso.

En caso de que no, sabría como encargarse de él.

—Podemos hacerlo hoy después de la reunión —sugirió Ken.

—No podemos hoy porque vendrá, no quiero que pueda tomarla contra el —se sentó en el sillón, los demás se miraron mutuamente.

—¿Te interesa de esa manera? —intervino Porsche— no hay nada de malo con eso, pero sabes lo que pasó la última vez...

—Pete no es así —le cortó.

—No se trata de quien sea —Kinn le trato de explicar— es como seas con el.

—¿Y como he sido?

—Las personas no son posesiones.

¿A qué iban con eso?

—Lo que quiera hacer con el no les incumbe a ninguno de ustedes —sin saber como reaccionar estuvo a la defensiva— ¿me ayudaran o no?

—Si —continuó Ken— sólo ten en cuenta lo que te decimos, esto no es por tu bien es por el de Pete —recuerdos que lo llevaron a su relación pasada nublaron sus ojos.

Pupila dilatada.

—Si quiero lo tomare como un puto producto, y si lo quiero solo para mi así va a ser —sus pensamientos por simplemente darles a entender lo contrario salieron a flote, aunque en realidad el mismo se mintiera con esas palabras.

¿Pero de verdad lo hacía?

¿Cómo reaccionaría el día que alguien se le acercara a Pete?

—Pues entonces te vas a preparar porque lo alejaremos de ti —Kinn termino la conversación— te ayudaremos, pero piensa como una puta persona civilizada —Vegas calló.

No tenía nada que decir, y si quería problemas ese no era el lugar para hacerlos.

Ahí estaba.

Había estado pensando si el día en el que Pete y el fuesen ese "algo" su deseo de controlar cada movimiento bajarían o como dijo Kinn, terminaría alejándose de él.

Carajo.

Entre Nosotros - VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora