Especial Navideño

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(No tiene nada que ver con la historia)

En un día tan especial como lo era la navidad, los padres de Pete arreglaban dentro de casa.

—¡Pete, levántate y ponte a barrer! —desde el primer piso la voz fuerte de su madre retumbó en su habitación. Sin rechinar los dientes o rodar los ojos bajo rápido a tomar la escoba, porque sabía que si no lo hacía le aventaría lo primero que encontrara.

—¡Hoy nadie se sienta hasta que esté todo limpio!

Y su papá no se quedó atrás, porque seguido de él fue a tomar el trapeador.

El sonido de su celular dio a entender que había llegado un mensaje.

"Bebé😽

La cena es a las nueve, ¿cierto?" 11:54am"

"Sip 11:55am"

¡Deja ese teléfono Pete! —la voz de su mamá volvió a escucharse aunque estuviera en la cocina haciendo la cena para la noche.

¿Cómo lo había visto? Ni idea.

El arbolito decoraba la sala de estar, las luces brillantes afuera de su casa parpadeaban a la calle oscura.

Una linda navidad.

La mesa para doce personas siempre estaba lista para esas fechas donde su madre se encargaba de hacer comidas deliciosas para su familia, y aunque no siempre las sillas estuvieran ocupadas, no cambiaba el hecho de que fuese una noche agradable.

—¡Ya acabe! —miraba como su papá trapeaba el area lo más rápido que podía para sentarse.

—Te falto el baño de arriba y abajo —sentenció, su papá se burló bajito— y tu no te estés riendo, porque vas a limpiar los cuartos de visita —Pete señaló con el dedo burlón.

—¿Habrá visita? —preguntó su padre confundido.

—Si, ya termina de trapear porque necesito pasar —y se volvió a meter a la cocina, la cual tenía diferentes ingredientes esparcidos por la mesa.

Entre el aseo por toda la casa las horas pasaron rápidas, de un momento a otro habían dado las dos de la tarde y se encontraba bañándose para arreglarse temprano.

8:40pm

La noche llego, nieve caía adornando de blanco la ciudad.

Faltaba poco para que llegaran los invitados.

—¡Que emoción casa llena! —su mamá gritó de emoción, la música alegraba el ambiente.

—¿Por qué hay tantos regalos? —preguntó Pete.

—Que te importa —su mamá respondió.

—Ok gracias —le contesto Pete.

Ting tong.

Su mamá corriendo fue a abrir la puerta, Vegas con un pastel y flores estaban en la entrada sonriendo.

—Buenas noches —Pete quiso desmayarse de lo guapo que Vegas se miraba.

Belloooo.

—Pásale Vegas aún estamos esperando visita —le dio un abrazo con un beso en el cachete— te hice un pastel de queso.

—¿Y a mi? —preguntó su papá, quien saludó a Vegas de puño.

—Para ti nada —cerró la puerta, la cual fue tocada de nuevo a los cinco minutos.

Su mamá la abrió, Kinn, Porsche, Khun, Jeff, y Macau estaban parados cada uno con algo en brazos.

Todos saludaron a su mamá, ella encantada de recibirlos en casa.

—¡Ven a saludar grosero! —le gritó a su padre, quien como resorte se levantó para saludar a todos.

Pete también lo hizo, aunque no esperaba que llegaran ellos.

—Me voy de su casa para descansar de ustedes y me persiguen —dijo Vegas.

—Recibimos invitación, no te hagas muy importante —contesto Porsche.

Pasaron a sentarse a la mesa donde ahora las sillas parecían tener vida, todos reían contando anécdotas pero brincando la parte ilegal.

En un trance, Vegas miro todo como si fuese segunda perspectiva, mientras miraban el reloj para que dieran las doce.

Nunca habían tenido una navidad así, ni el ni los chicos.

Que bendición era poder estar reunidos de esa manera.

—¡Feliz navidad! —todos se abrazaron, Kinn beso a Porsche, el padre de Pete beso a su esposa, y Vegas beso a Pete feliz.

—Feliz navidad bebé —susurro al oído de Vegas.

—Feliz navidad gatito —volteando a los lados miro que todos seguían abrazándose el uno con el otro, rápido le dio un pellizco a su nalga.

—¡Vegas!

—Es mi regalo.

—¡Los regalos! —Khun casi brincó a el arbolito.

Hicieron un juego llamado elefante blanco, consistía en tomar un boleto enumerado, pasaban cada uno a tomar un regalo.

Al pasar tu número podías intercambiar tu regalo por otro, o robar a un participante.

Vegas había ganado una cobija gruesa de felpa, y a Jeff como le gustaban las cobijas para su habitación.

Así se que le robo el regalo.

Pero cuando fue turno de Pete, Pete le robo el regalo a Jeff.

Todos abuchearon a Pete por ser cómplice de Vegas.

Siguieron platicando hasta que dieron las dos y su madre no dio para más, cansada se fue a dormir junto su papá. Ellos siguieron hablando hasta las tres de la madrugada e igual pasaron a sus habitaciones para dormir.

En la comodidad de la cama de Pete se acurrucaron calientitos, Macau compartió cama con Jeff y Khun, quienes durmieron abrazados y cómodos, Kinn y Porsche en diferente cuarto durmieron como nunca antes.

Que lindo era estar en casa.

Bueno no era casa de ellos, pero la mamá de Pete había dicho que lo era así que no importaba.

Feliz navidad, gracias por tomarse el tiempo de leer la historia. Les dejo este capítulo para dejar agrios ratos de capítulos pasados😗

Besos y abrazos, les deseo lo mejor a sus corazones, xoxo.

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⏰ Última actualización: Jul 19 ⏰

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Entre Nosotros - VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora