𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞: 𝐀𝐟𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐚𝐫

222 17 4
                                    

La Batalla de Meridian dejó sus secuelas.

Hubieron bajas, sin embargo, todos aquellos que lucharon lograron salir victoriosos. HADES fue derrotado. Helis estaba muerto.

Una segunda catástrofe a nivel global fue interrumpida con éxito. Aunque lamentablemente no significaba que todo terminaba allí; Aloy y Eva lo sabían. Sino que era solo el principio. Ahora debían encontrar una manera de reparar a la IA central de Zero Dawn, GAIA, para restaurar el orden de una biósfera cada vez más caótica.

Aloy y Eva se separaron por fuerza mayor. Siendo la cazadora la que abandonó la capital Carja en pleno festejo durante la noche, teniendo que dejar atrás a la Antigua para que se recuperara debidamente de sus heridas. Eva sabía que retrasaría la búsqueda. Por ello la alentó a irse.

Ahora, debían encontrarse en algún punto del norte. Eva había marcado en su mapa unas coordenadas que Aloy le envió, con el mensaje adjunto que decía que podría haber encontrado algo.

────────✦────────

El sol salía en el horizonte, extendiendo sombras y anunciando la llegada de un nuevo día.

Eva caminaba a un lado de Avad. Estaba totalmente recuperada gracias a Valka y a su equipo. Y tras un último chequeo de rutina por parte de la estricta sanadora, se le concedió el alta y el permiso de poder abandonar el palacio.

Los acompañaban Nasadi e Itamen, el último siguiendo de cerca los pasos de Eva. Salían del palacio con el sol iluminando la capital en reconstrucción. Los guardias, trabajadores y civiles hacían una reverencia a su paso, llamando a Eva por su nuevo título.

Redentora.

O también.

—¡Nuestra Salvadora!

Eva solo respondía con un asentimiento y un cordial "buenos días". Sabía que no se acostumbraría a esos títulos, sin embargo, no podía hacer nada para que dejaran de llamarla así, y a Aloy. Les nombraron «Las Redentoras de Meridian», título que Avad oficializó tras haber culminado la gran guerra.

Se habían hecho los funerales correspondientes de los caídos, y honoríficos a cada soldado y cazador que luchó con valentía. Después hubo una gran fiesta que duró poco más de un par de días. Habría durado más si Aloy no se hubiera ido de improviso, y Eva no estuviera aún en recuperación en aquel momento. Se enteró después por boca de Erend que Varl había ido a buscar a la pelirroja a la mañana siguiente.

Si ellos supieran...

Lamentablemente, no estaba en posición de decirles a dónde se dirigía Aloy. Le había prometido que no revelaría nada a nadie, puesto que aún estaba aferrada a la idea de que era mejor no involucrarlos más. Al menos, no demasiado como en la guerra. Y entendía perfectamente por qué.

Llegaron a una de las salidas de Meridian, la que llevaba hacia el este. Eva reacomodó su bolso sobre su hombro, y se giró hacia Avad. Le sonrió.

—Gracias por todo, Avad.

—Somos nosotros los que debemos estar agradecidos —le respondió el monarca, dando un paso más hacia ella—. Nos han guiado a la victoria en una guerra que parecía imposible. Nos salvaron. Tardaré años en pagar la enorme deuda que tengo hacia ti y hacia Aloy.

—Sabes que no es necesario...

—Lo es —dijo Nasadi. Su sonrisa marcó las ligeras arrugas en sus ojos y en la comisura de sus labios—. Y lo que has hecho por mí y mi hijo siempre lo tendré en cuenta, Redentora.

»𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐎𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐄𝐕𝐀«「𝐃𝐋𝐂:𝐓𝐡𝐞 𝐅𝐫𝐨𝐳𝐞𝐧 𝐖𝐢𝐥𝐝𝐬」#𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora